′′ Esta es la libertad que nos trajo EEUU ", de artista sirio en Aleppo

 Claudio Daniel   19/10/21

Un artista sirio en Aleppo construyó esta réplica de la Estatua de la Libertad con los restos de su casa, añadiendo el lema ′′ Esta es la libertad que nos trajo EEUU ". 




"Lo que está haciendo EE.UU. contra Assange es como una nueva caza de brujas a nivel internacional

 Aristos VeyrudAmérica en Resistencia  28/10/21

El analista internacional, Aníbal Garzón, considera que el proceso judicial contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, no implica únicamente una represión contra el periodismo por parte de EE.UU., sino que viene a ser una "caza de brujas" a nivel internacional. Además, recalca que las acciones de Washington contravienen la libertad de comunicación e información, por lo que cualquier periodista del mundo está en peligro.

lunes, 29 de noviembre de 2021

La histórica guerra de las ideas entre economistas y por qué te afecta quién la va ganando. Introd. de Fernando Broncano

Fernando Broncano R   29/10/21

Si tenéis un ratito, porfa, no os perdáis este artículo de un joven economista. Yo lo clavaría en la puerta de los departamentos de economía de mi universidad, si tuvieran puertas o no fuesen de cristal.

Si el teórico militar Carl von Clausewitz hubiera visto discutir a dos economistas, quizá hubiera pensado que es la economía y no la política lo que es la guerra por otros medios. Que la disciplina es a las ciencias sociales lo que el boxeo al deporte.

El cliché dice que aquí no chocan cuerpos musculosos como en los deportes de contacto, pero la vehemencia con la que se debate sobre sus distintos postulados puede ser tan contundente como un gancho de izquierdas, que dirían unos.

O de derechas, harían notar los otros.

Preguntado por ello el premio Nobel Milton Friedman en una tertulia televisiva en 1978, aseguró que no era cierta tal discrepancia entre economistas, que como académicos estaban de acuerdo en lo fundamental y las diferencias, en realidad, estaban muy restringidas.

"No estoy de acuerdo", dijo otro economista sentado a su lado. Y se enzarzaron, sin remedio, en una larga discusión.

No parece un lugar para empates esta arena y quizá el apasionamiento académico provenga de sus repercusiones sobre el mundo real: la influencia que ejercen las ideas económicas dominantes sobre los gobiernos y sus políticas.

Las ideas de los economistas "tanto si son acertadas como si son erróneas, son más poderosas de lo que [el hombre común] puede imaginarse. De hecho, poco más gobierna el mundo", dijo precisamente John Maynard Keynes, uno de sus pensadores más influyentes.

Pero antes de gobernarlo, tienen que disputárselo. Librar un combate entre ellas para convertirse en la narrativa dominante, aquello que en algún momento se considerará "el sentido común".

Paradójicamente, el consenso económico no se alcanza por consenso, sino por asalto. Y esa es siempre una victoria que parece llevar dentro la semilla de su propia decadencia.

O así, al menos, lo muestra una reciente investigación de Reda Cherif, Marc Engher y Fuad Hasanov para el Fondo Monetario Internacional (FMI), en la que han analizado las ideas que han predominado en cada momento en las recomendaciones de los académicos a gobiernos de todo el mundo en casi 5.000 investigaciones que viajan desde 1975 hasta la actualidad.

Como si fueran arqueólogos, los investigadores fueron desenterrando y removiendo el polvo de esos viejos documentos para clasificar qué ideas se imponían en cada década y cómo cambiaban las recomendaciones de los expertos.

Fueron testigos de cómo cada idea dominante generaba desequilibrios que daban paso a otras ideas que los corrigieran.

Lo que sigue es la historia del auge y caída de las narrativas económicas de nuestro tiempo, una contienda interminable en la que una nueva corriente se postula en la carrera para modelar el mundo de la pospandemia, advierten los expertos.

Son los defensores de la política industrial (...)

Tres traidores al pueblo español y un ladrón

Sant Córd Manu IsiColectivo (ExS) ✊ Información alternativa

Luis María Anson, Pedro J. Ramírez y Juan Luis Cebrián son probablemente los tres principales encubridores de las andanzas del Borbón ladrón
Luis María AnsonPedro J. Ramírez y Juan Luis Cebrián son probablemente los tres principales referentes de la prensa impresa española durante la etapa del teniente general Emilio Alonso Manglano como director del CESID, es decir desde 1981 hasta 1995. Los dos primeros por un lado y el tercero por el otro protagonizaron hace tres décadas una lucha encarnizada; Cebrián a favor del Gobierno de Felipe González, y Anson y Ramírez, en contra. Sin embargo, los tres mantenían contacto con Manglano, los tres conocían al menos algunos de los escándalos de Juan Carlos I y los tres se los ocultaron en todo o en parte a sus lectores.

Anson dirigió el diario ‘ABC’ desde 1983 hasta 1997, Cebrián fundó ‘El País’ en 1976 y lo dirigió desde entonces hasta 1988 –cuando fue nombrado consejero delegado del Grupo Prisa (editora de ‘El País’) y del propio diario, cargo que ostentó hasta 2018– y Ramírez dirigió los diarios ‘Diario 16’ desde 1980 hasta 1989 y ‘El Mundo’ desde que lo fundó aquel mismo año hasta 2014. Cuando en 1995 Manglano dimitió como director del CESID por un escándalo relacionado con escuchas ilegales, las redes sociales no existían, el periodismo digital aún era irrelevante y Anson, Cebrián y Ramírez eran probablemente los tres principales referentes del periodismo escrito de ámbito estatal.

Felipe González presidió el Gobierno desde 1982 hasta 1996, es decir coincidiendo prácticamente con toda la época de Manglano como director del CESID. González –que también conocía bien los escándalos de Juan Carlos I– y su gobierno constituyeron el epicentro de la guerra mediática que, entre principios y mediados de los noventa, mantuvieron Anson y Ramírez por un lado y Cebrián por el otro. Y es que ambas partes defendían las dos grandes señas de identidad del régimen del 78 –la monarquía, encarnada entonces en Juan Carlos I, y el turnismo bipartidista–, pero sobre todo en el caso del turnismo bipartidista –la “alternancia”, lo llamaban– lo hacían cada una a su manera: Cebrián como el principal valedor de González, y Anson y Ramírez apostando por su sustitución por José María Aznar como presidente del Gobierno. De hecho, corría 1994 cuando Anson y Ramírez fundaron la AEPI (Asociación de Periodistas y Escritores Independientes) con el objetivo de acelerar la sustitución de González por Aznar, y Cebrián bautizó la asociación como el “Sindicato del Crimen”.

Más de un cuarto de siglo después, Anson preside ‘El Cultural’ –suplemento cultural del diario ‘El Mundo’–, Ramírez dirige y edita el diario digital ‘El Español’ y Cebrián es el presidente de Honor de ‘El País’, y los tres se juntaron la semana pasada en la sede de ‘ABC’ para presentar el libro ‘El jefe de los espías’, elaborado por los periodistas de ‘ABC’ Juan Fernández-Miranda y Javier Chicote con el archivo personal de Manglano que la familia del teniente general puso a su disposición (...)