jueves, 27 de enero de 2022

JAVIER FERNÁNDEZ QUESADA, Estudiante Antifascista, ASESINADO de un disparo a bocajarro en el corazón por un guardia civil franquista en Tenerife, en 1977

 Carmelo Enebro     · 

REPUBLICANOS, ANTIFASCISTAS, FEMINISTAS, LAICOS Y DIVERSOS✊(ExS)

Irrumpió en el campus un grupo de al menos 6 guardias civiles disparando sus armas, no fueron disparos al aire sino que tenían como objetivo los escasos estudiantes que merodeaban el recinto. Javier Fernández Quesada fue disparado casi a quemarropa por un picoleto que sostenía la pistola con sus 2 manos, una bala le atravesó el corazón y murió prácticamente en el acto wp.me/p7ZWPl-5U1


Javier Fernández Quesada nació en San Cristóbal de La Laguna (Gran Canaria) en 1955. Era estudiante de Biológicas. La mañana del 12 de diciembre de ese 1977 se había programado una multitud de manifestaciones. Entre ellas, los trabajadores portuarios, los empleados del transporte, del sector del tabaco y del sector del frío. Las protestas estaban convocadas por la Confederación Canaria de Trabajadores, la ATTyD, el FASOU, la Liga Comunista IV Internacional y el Sindicato Obrero Canario A estas protestas se solían sumar los estudiantes. Javier participaba en la protesta estudiantil en las puertas del Paraninfo de la Universidad de La Laguna.

A las 2,30 de la tarde, reinaba la calma. Entonces irrumpió en el campus, por la puerta cercana al polideportivo un grupo de al menos 6 guardias civiles armados con metralletas y pistolas, disparando sus armas contra la fachada y la puerta del edificio central de la Universidad, donde se hallaban 15 o 20 estudiantes, y contra los grupos que estaban en las cercanías de la Librería Tinerfeña. No fueron disparos al aire sino que tenían como objetivo los escasos estudiantes que merodeaban el recinto. Javier Fernández Quesada fue disparado casi a quemarropa por un picoleto que sostenía la pistola con sus 2 manos, una bala le atravesó el corazón y murió prácticamente en el acto.

Los guardias continuaron disparando y siguieron haciéndolo, a pesar de que un estudiante y después un profesor que agitaba un pañuelo blanco pidieron el cese del fuego, gritando que había un herido. Los médicos del Hospital Universitario no pudieron hacer otra cosa que certificar la muerte. En el mismo hospital fue ingresado poco después otro estudiante, Fernando Jaesuría, de 18 años, a quien una bala había atravesado un hombro. Un niño de 13 años también resultó herido leve (...)

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