http://www.alertadigital.com/2012/10/10/espana-gobiernos-pateticos-todavia-apoyados-por-millones-de-ciegos/
El mayor “mérito” de los últimos dos gobiernos, el de 
Zapatero y el de Rajoy, es haber fabricado a millones de ciegos capaces 
de apoyarles sin ver que España caminaba hacia la ruina. Pierden 
derechos, son esquilmados con los impuestos y tienen que soportar una 
catarata de errores, sandeces, injusticias, arbitrariedades y abusos de 
los que controlan el país y sus finanzas, pero no sólo no se rebelan 
sino que, además, acuden sumisos a las urnas para apoyar a sus verdugos.
 La incultura política, el sometimiento esclavo y el fanatismo están 
ganando la batalla al sentido común, a la libertad y al bien común.
Los “ciegos” de Zapatero, víctimas del odio a la derecha y con su 
capacidad de raciocinio dañada por la propaganda gubernamental, fueron 
borregos incapaces de ver la realidad de una España que, mal gobernada 
por la izquierda y la derecha, se hunde.
Los ciegos de Rajoy son incapaces de asimilar la inmensa traición a 
los ciudadanos y a la democracia que supone haber incumplido casi todas 
sus promesas electorales y la cobardía de un gobierno de derechas que 
imita al de izquierda en tropelías y abusos, después de haber prometido a
 sus votantes que limpiarían España de corruptos y aligerarían la carga 
pesada e incosteable de un Estado monstruoso, patético y lleno de 
enchufados innecesarios.
Esa masa de sometidos al poder gubernamental, sea del color que sea y
 haga lo que haga, alimenta la tiranía e impide con su actitud grotesca y
 obstruccionista el cambio que demanda la sociedad española para 
resurgir, recuperar su empuje, la inteligencia colectiva y el bien 
común.
¿Como no ven que el país se endeuda y se empobrece a un ritmo 
frenético, que los parados reales no cesan de crecer y que las empresas 
siguen cerrando, sin que el hundimiento del tejido productivo importe a 
los gobernantes?
¿Se puede ser tan ciego que no se vean las colas en los comedores de 
caridad, ni los que duermen por la noche en los soportales y rincones 
urbanos, entre cartones? ¿No se dan cuenta que la arrogancia pierde a la
 casta política y pone cimientos a una revuelta de desgraciados y 
desamparados que puede hacer estallar la violencia en España?
Muchos ciudadanos empiezan a comprender verdades de gran dureza, como
 que el enemigo mas cercano y dañino no es el terrorismo o el 
separatismo, sino el mal gobierno, el que les acribilla con impuestos 
injustos, el que arrebata derechos y conduce a la nación hacia el 
desastre, sin igualdad, sin justicia, sin decencia, con privilegios 
inmerecidos para unos, con leyes y reglas indecentes.
La clave del problema quizás no esté sólo en la ceguera sino en el 
envilecimiento y la dependencia del pueblo. Es posible que los que 
parecen ciegos estén viendo el desastre que les envuelve, pero que, 
acostumbrados a vivir sin esfuerzo, subvencionados por el presupuesto, 
sin trabajar demasiado y inmersos en un liderazgo político corrupto, 
inmoral y arbitrario, prefieran guardar un silencio cobarde con la 
absurda esperanza de que el tiempo transcurra y lo solucione todo.
Hemos olvidado el principio de que la democracia no es un regalo, 
sino una conquista que hay que defender cada día. Olvidar ese principio 
nos convierte en esclavos y en víctimas de los depredadores de siempre, 
cuyos únicos intereses son dominar y saquear.
Mientras cada día más países emergen de la crisis y reemprenden su 
ruta hacia la prosperidad, España se debate en la torpeza y la miseria, 
sin atreverse a emprender las grandes reformas que el país necesita, que
 no son las decretadas por los gobiernos de Zapatero y Rajoy, sino 
aquellas que se ocultan y se silencian porque son la clave del poder 
político: la reforma del Estado, que debe reducir su tamaño y expulsar 
de su seno a enchufados, parásitos y militantes de partidos colocados 
sin que sean necesarios; la supresión drástica de la corrupción, que 
envenena y postra a España; la eliminación de los privilegios 
inmerecidos y lacerantes de la clase política, sobre todo el de la 
impunidad, y la instauración de una verdadera democracia, que sustituya 
la actual partitocracia indecente que nos guía y subyuga.

Aplausos.
ResponderEliminarDime dónde hay que firmar.
(y, por favor, suprimid los numeros y palabras: yo no soy un robot y no me gusta que lo dudes)
Paradela, creo que eso es cosa de Reyes que es la administradora.
ResponderEliminarYa está quitao,nenas.
ResponderEliminarBesitos.
Muy bien escrito. Estamos hartos de injusticias sociales, de falsos mítines electorales y de solo perseguir el voto en las elecciones más próximas.
ResponderEliminarUn saludo
Vaya artículo mas bueno. El/la que lo haya escrito, con números o sin, con administradores o sin ellos, tiene una visión, acertadísima y concluyente
ResponderEliminarde todo el panorama que estamos viviendo y sufriendo en carne propia.
Saludos muy cordiales.
El texto, la forma en que está escrito, este tipo de literatura y algunas frase me olían a chamusquina... Busqué en mi blog y encontré este que dediqué a medios facciosos (cambia libertad por alerta):
ResponderEliminarhttp://paqquita.blogspot.com.es/2010/11/hazteoirorg-y-libertad-digital.html
Fíjate en la frase "Los ciegos de Rajoy son incapaces de asimilar la inmensa traición a los ciudadanos y a la democracia que supone haber incumplido casi todas sus promesas electorales y la cobardía de un gobierno de derechas que imita al de izquierda en tropelías y abusos, después de haber prometido a sus votantes que limpiarían España de corruptos y aligerarían la carga pesada e incosteable de un Estado monstruoso, patético y lleno de enchufados innecesarios"
Extraigo:
cobardía de un gobierno de derechas que imita al de izquierda en tropelías y abusos ¿? la derecha imita a la izda. en abusos y tropelías ¿? huele mal, extrema derecha, mucho me temo.
PAQUITA