Boro, periodista de La Haine, fue detenido mientras cubría la
manifestación Jaque a la Monarquía, en marzo de 2014. La policía le
acusa de lesiones y atentado a la autoridad. Daniel Morgado 18/5/15
https://www.diagonalperiodico.net/libertades/26763-aquel-dia-se-cebaron-con-la-prensa-independiente.html
Boro, periodista miembro del colectivo editorial La Haine,
se enfrenta una petición fiscal de 6 años de prisión y al pago de 6.200
euros en concepto de secuelas e indemnización. Un año después de que
fuera detenido mientras cubría la manifestación Jaque a la Monarquía del 29 de marzo de 2014,
se inicia la apertura de un juicio oral en el que es acusado de un
delito de atentado a la autoridad y dos delitos de lesiones.
El 29 de marzo de 2014 centenares de manifestantes se movilizaron en la Plaza de Neptuno acudiendo al llamamiento realizado desde la Coordinadora 25S para exigir "la abolición de la Monarquía". El periodista del colectivo editorial La Haine explica a Diagonal que "ya desde un principio hubo una gran hostilidad hacia los manifestantes y la prensa". La férrea presencia policial obligó a los organizadores a desconvocar la manifestación apenas media hora después de que comenzara alegando que se trataba de una movilización ilegal al no haber sido notificada a Delegación de Gobierno.
Una vez desconvocada la movilización, tanto el grueso de manifestantes como gran parte de la prensa allí reunida se dispersó por el Paseo del Prado en dirección a la Ronda de Atocha. Boro y su compañera tomaron este camino para poder recoger su vehículo y marcharse. Sin embargo, una vez llegaron al cruce con la Calle Atocha, ambos observaron como "la Policía bajaba empujando a un montón de personas entre las que se encontraban varios compañeros de prensa", y decidieron acudir para saber qué pasaba. "La tomaron con mi compañera a empujones y me dí la vuelta para ponerme en medio y tratar de impedir la agresión", confirma Boro. En ese mismo instante un miembro de la Policía Nacional comenzó a correr hacia él y le persiguió unos 50 metros hasta la Calle Dr. Drumen, donde fue interceptado por varios agentes que le tiraron al suelo e inmovilizaron. La decena de periodistas que acudieron al lugar para grabar la detención "fueron apaleados por los agentes causándoles distintas lesiones y rompiéndoles una cámara", apuntan desde La Haine.
El periodista afirma que "cuando la Policía Nacional se aseguró de que no había ninguna cámara cercana que pudiera grabar lo que sucedía, y ya me tenían en el suelo esposado, el agente que tenía encima me dio un puñetazo en la cara que me dejó el ojo hinchado y amoratado durante varios días". Posteriormente decidieron introducir a Boro en un furgón para llevarle a las dependencias policiales correspondientes, momento que éste aprovechó para visibilizar la detención gritando: "¡Soy periodista! ¡Esto es una detención ilegal! ¡Soy periodista de La Haine!". Numerosos compañeros de prensa se acercaron al furgón policial para grabarlo todo, pero tuvieron que hacer frente a nuevas agresiones por parte de los agentes. En los vídeos difundidos podemos escuchar como un policía amenaza a un periodista gritándole "¡te voy a patear la cabeza!". Incluso se aprecia como al pedir el número de identificación a uno de los agentes, éste respondió con un amenazante "¡ven a por él!". Boro fue "trasladado a la comisaria de Moratalaz, donde pasó la noche. A la mañana siguiente fue conducido a los juzgados de Plaza de Castilla, donde prestó declaración ante la jueza y salió en libertad con cargos", informan desde La Haine.
Los observadores internacionales de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE) calificaron de "inaceptable" la violencia ejercida por la Policía Nacional contra la prensa que cubrió la manifestación Jaque a la Monarquía. El comunicado que publicó este organismo el 1 de abril de 2014 recalca que los agentes no permitieron a los periodistas allí congregados captar fotografías o recopilar información acerca de los hechos que se desarrollaban. Dunja Mijatovic, representante de la OSCE, recordó que "los periodistas sufrieron graves intimidaciones por parte de la Policía". "Aquél día se cebaron con la prensa, y concretamente con la prensa independiente", reitera Boro. Desde La Haine advierten que "cada día más y más periodistas de distintos medios están teniendo que afrontar juicios simplemente por ejercer el derecho a la información".
"Esta represión contra la prensa independiente no es más que un anticipo de lo que vendrá con las nuevas legislaciones que entrarán en vigor el próximo 1 de julio", afirman desde el colectivo editorial La Haine en referencia a la entrada en vigor de la Ley Mordaza en el Estado español. Esta ley sancionará con multas de 100 a 600 euros la grabación de miembros de la Policía durante sus actuaciones, y con cantidades comprendidas entre 601 y 30.000 euros a aquellas personas que realicen un uso no autorizado de datos e imágenes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado durante las mismas. "Todos estos juicios y legislaciones van dirigidas a hacer cada vez más pequeño el cerco de la libertad de expresión, y que no pueda difundirse ninguna información que ellos no controlan", sostiene Boro.
El 29 de marzo de 2014 centenares de manifestantes se movilizaron en la Plaza de Neptuno acudiendo al llamamiento realizado desde la Coordinadora 25S para exigir "la abolición de la Monarquía". El periodista del colectivo editorial La Haine explica a Diagonal que "ya desde un principio hubo una gran hostilidad hacia los manifestantes y la prensa". La férrea presencia policial obligó a los organizadores a desconvocar la manifestación apenas media hora después de que comenzara alegando que se trataba de una movilización ilegal al no haber sido notificada a Delegación de Gobierno.
Una vez desconvocada la movilización, tanto el grueso de manifestantes como gran parte de la prensa allí reunida se dispersó por el Paseo del Prado en dirección a la Ronda de Atocha. Boro y su compañera tomaron este camino para poder recoger su vehículo y marcharse. Sin embargo, una vez llegaron al cruce con la Calle Atocha, ambos observaron como "la Policía bajaba empujando a un montón de personas entre las que se encontraban varios compañeros de prensa", y decidieron acudir para saber qué pasaba. "La tomaron con mi compañera a empujones y me dí la vuelta para ponerme en medio y tratar de impedir la agresión", confirma Boro. En ese mismo instante un miembro de la Policía Nacional comenzó a correr hacia él y le persiguió unos 50 metros hasta la Calle Dr. Drumen, donde fue interceptado por varios agentes que le tiraron al suelo e inmovilizaron. La decena de periodistas que acudieron al lugar para grabar la detención "fueron apaleados por los agentes causándoles distintas lesiones y rompiéndoles una cámara", apuntan desde La Haine.
El periodista afirma que "cuando la Policía Nacional se aseguró de que no había ninguna cámara cercana que pudiera grabar lo que sucedía, y ya me tenían en el suelo esposado, el agente que tenía encima me dio un puñetazo en la cara que me dejó el ojo hinchado y amoratado durante varios días". Posteriormente decidieron introducir a Boro en un furgón para llevarle a las dependencias policiales correspondientes, momento que éste aprovechó para visibilizar la detención gritando: "¡Soy periodista! ¡Esto es una detención ilegal! ¡Soy periodista de La Haine!". Numerosos compañeros de prensa se acercaron al furgón policial para grabarlo todo, pero tuvieron que hacer frente a nuevas agresiones por parte de los agentes. En los vídeos difundidos podemos escuchar como un policía amenaza a un periodista gritándole "¡te voy a patear la cabeza!". Incluso se aprecia como al pedir el número de identificación a uno de los agentes, éste respondió con un amenazante "¡ven a por él!". Boro fue "trasladado a la comisaria de Moratalaz, donde pasó la noche. A la mañana siguiente fue conducido a los juzgados de Plaza de Castilla, donde prestó declaración ante la jueza y salió en libertad con cargos", informan desde La Haine.
"No pueden tener nada contra mí porque en ningún momento les toqué"
Boro encara la apertura de un juicio oral en el que se enfrenta a "la petición fiscal de 2 años de prisión por delito de atentado a la autoridad y 2 por cada delito de lesiones, y además una indemnización para el agente de la Policía Nacional nº 98373 de 3.000 euros, más 2.000 euros por las “secuelas” e indemnización de 1.200 euros para el agente nº 99190", aclaran desde el colectivo editorial. "No pueden tener nada contra mi porque en ningún momento les toqué, y hay vídeos que lo demuestran", afirma Boro. Sin embargo, los agentes alegan unas agresiones por parte del periodista en el informe que acompaña a la apertura de este proceso judicial. Estas supuestas acometidas causaron, entre otras, lesiones tales como la rotura de un diente y la rotura de un menisco.Los observadores internacionales de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE) calificaron de "inaceptable" la violencia ejercida por la Policía Nacional contra la prensa que cubrió la manifestación Jaque a la Monarquía. El comunicado que publicó este organismo el 1 de abril de 2014 recalca que los agentes no permitieron a los periodistas allí congregados captar fotografías o recopilar información acerca de los hechos que se desarrollaban. Dunja Mijatovic, representante de la OSCE, recordó que "los periodistas sufrieron graves intimidaciones por parte de la Policía". "Aquél día se cebaron con la prensa, y concretamente con la prensa independiente", reitera Boro. Desde La Haine advierten que "cada día más y más periodistas de distintos medios están teniendo que afrontar juicios simplemente por ejercer el derecho a la información".
"Esta represión contra la prensa independiente no es más que un anticipo de lo que vendrá con las nuevas legislaciones que entrarán en vigor el próximo 1 de julio", afirman desde el colectivo editorial La Haine en referencia a la entrada en vigor de la Ley Mordaza en el Estado español. Esta ley sancionará con multas de 100 a 600 euros la grabación de miembros de la Policía durante sus actuaciones, y con cantidades comprendidas entre 601 y 30.000 euros a aquellas personas que realicen un uso no autorizado de datos e imágenes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado durante las mismas. "Todos estos juicios y legislaciones van dirigidas a hacer cada vez más pequeño el cerco de la libertad de expresión, y que no pueda difundirse ninguna información que ellos no controlan", sostiene Boro.
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