Cuenta que los ministros del resto de países reaccionaron con "un desdén cercano al desprecio" cuando les anunció el referéndum. Publicado: 
                    
                        29.06.2015  
MADRID.- El ministro de finanzas griego, 
Yanis Varoufakis, publicó el domingo una entrada 
en su blog en el que transcribe sus intervenciones en el 
Eurogrupo
 del pasado sábado 27 y narra cómo fueron las reacciones a las mismas 
del resto de participantes y el modo en que fue expulsado cuando se 
anunció un segundo encuentro al que esta vez no fue invitado. La cita 
del sábado supuso la 
ruptura de las negociaciones entre Grecia y 
los acreedores, ya que los griegos rechazaron los términos del acuerdo 
que le habían propuesto el día 25, y pidieron "unas pocas semanas" de 
prórroga del rescate para poder celebrar un 
referéndum sobre los 
mismos. Por su parte, los socios respondieron con una negativa a 
prolongar la ayuda y dieron por zanjadas las conversaciones.
Varoufakis comienza contando que "la mera idea de que un Gobierno consulte a su pueblo" fue tratada con 
"incomprensión, y a menudo con un desdén cercano al desprecio". 
"¿Cómo esperas que la gente común entienda de estos complejos asuntos?",
 le espetaron sus socios. "Ciertamente, ¡La democracia no tuvo un buen 
día en la reunión del Eurogrupo", escribe en su blog en alusión a la 
actitud de sus socios.
"¿Pueden coexistir la democracia y la unión monetaria? ¿O una de 
las dos debe claudicar?", se pregunta el ministro, que asegura que el 
Eurogrupo ya ha contestado con su manera de actuar.
A 
continuación hace una transcripción de su intervención en la reunión, en
 la que explicaba al resto de asistencias las razones que le llevaban a 
rechazar sus propuestas, que califica como "una combinación de "austeridad e injusticia social que se impondría sobre una población que está ya devastada... por la austeridad y la injusticia social".
Argumenta
 que ni siquiera en el caso de aceptar las "dolorosas medidas" 
dispondrían de "un periodo de tranquilidad", ya que se le volverían a 
"imponer" acuerdos similares a un país que "lleva ya 21 trimestres consecutivos de recesión". "No hay ni la más mínima esperanza de que tras esta extensión Grecia pueda mantenerse en pie por sí misma", concluye.
Pide
 comprensión a los acreedores porque incluso las medidas que les ha 
ofrecido y estos han rechazado "serían extremadamente difíciles de 
aprobar por el Parlamento", recordándoles así que su Gobierno ya está en
 la cuerda floja por los amagos de rebeldía dentro del ala más a la izquierda de Syriza.
Valorando la marcha de las negociaciones, reprocha a los oyentes que con
 su respuesta "No vamos a hablar de ello [en alusión a la discusión que 
se negaron a entablar sobre la recapitalización de los bancos] porque no
 vamos a hablar de ello", le va a ser "muy difícil convencer al 
Parlamento".
Tras exponer los motivos que les han llevado a 
declinar la oferta que les fue remitida el día 25, anuncia su intención 
de celebrar un referéndum sobre la misma. "No tenemos mandato 
democrático" para aceptar unas medidas que van contra el programa que 
presentaron a las elecciones, pero opina que, "consciente de lo 
importante que es la decisión", al haber obtenido solamente el 38% de 
los apoyos en ellas tampoco lo tienen para rechazar unilateralmente el 
pacto. "Es hora de que el pueblo decida", remató el ministro.
Varoufakis explica su expulsión
Sobre
 su polémica ausencia en la segunda parte de la reunión mantenida el 
sábado, el economista relata que tras su intervención, el presidente del
 Eurogrupo, Djeroen Dijsselbloem, se negó a la extensión del rescate con
 el apoyo del resto de miembros, y anunció que emitirían un comunicado 
sobre el "callejón sin salida" de Grecia. Convocó de nuevo a todos los 
ministros menos al de Grecia para hablar de "modo de protegerse" de un 
posible impago.
Sorprendido, Varoufakis preguntó a un secretario si legalmente era 
posible hacer una declaración sin unanimidad y si podía ser convocada 
una reunión sin invitar a uno de los ministros de finanzas de la 
eurozona. No menos perplejo se quedó, según cuenta, con la 
"extraordinaria" respuesta que recibió: "El Eurogrupo es una reunión 
informal, por lo que no está sujeto a reglas o regulaciones escritas. La
 unanimidad se suele respetar, pero el presidente del Eurogrupo no está obligado a normas explícitas".
"Dejo a juicio del lector el comentario sobre estas singulares palabras", finaliza el responsable de la economía griega.   
 
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