11 oct 2015- Aníbal Malvar
http://blogs.publico.es/rosa-espinas/2015/10/11/felipe-gonzalez-la-tierra-y-la-ley/
A Felipe González hace tiempo que lo veo raro. Yo creo que el paso
del tiempo nos debe cambiar un poco a todos. De lo contrario, no me lo
explico. Ahora nos sale el ex presidente español de la transición
gritando “tierra y ley”, cual Emiliano Zapata. El problema es que
Emiliano Zapata, arriero, gritaba tierra, justicia y ley. Así que
nuestro ex presidente omite un cachito de axioma que lo desaxioma. La
ley no es la justicia, y Felipe lo supo cuando estaba en la
clandestinidad y las leyes prohibían su voz y su sabroso acento
mentiroso. Sin embargo, nadie es capaz de prohibir la justicia. Ni
siquiera Franco, Isidoro.
En todo caso, del sintagma a mí me interesa más la palabra tierra. La
palabra tierra ha sido olvidada por el socialismo español y europeo
hace muchos años gracias a gentes como Felipe González. Preservadores
del dolor franquista. Continuadores del régimen de nuestra vieja
oligarquía. Grandes cosas hicieron Felipe González y sus gobiernos por
España, pero más grandes cosas dejaron sin hacer. Y una de ellas tiene
que ver con la tierra.
Hablar de la tierra suena lírico, telúrico, paisajístico y tal. Pero
la tierra, en la lengua de Emiliano Zapata, es la casa del hombre. El
español desahuciado no tiene tierra, le quitan la tierra, y se la quita
esa misma gente a la que Felipe González representa en sus arengas
desquiciadas de neoliberal millonario. Si Pedro Sánchez quiere hacernos
volver a creer en el partido socialista español (lo minusculizo a
propósito), lo primero que tiene que hacer es encerrar en el calabozo
del silencio a aquellos traidores a la patria y la libertad que en
España se adjetivaron socialistas. Así que no me hables de tierra,
Felipe, hasta que exijas desde tu presunta autoridad que a todos los
españoles se les devuelva su tierra, su casa, su trabajo.Las grandes frases de los antiguos arrieros se convierten en
eslóganes en boca de los nuevos socialistas, y de ahí la tristeza
errante de las viejas frases. Al socialismo español no le queda un
camino por hacer, sino un camino por deshacer. Y descaminando no se va a
ningún sitio.
Felipe González no solo es la caricatura de sí mismo, sino que además
es millonario. Gana tanto dinero que ni siquiera se puede permitir el
lujo de simular cierta coherencia intelectual. Habla de tierra y ley
cuando ha cobrado 566.000 euros de Gas Natural, por ser muy sabio y
consejero. Gas Natural, mientras, le cortaba la luz y la calefacción a
familias por deudas de mil euros. Les quitaba su tierra y su ley, en
nombre de la avaricia y la injusticia.
Yo ya sé que a veces me pongo pesado, e incluso abstruso. Pero la
tierra es la tierra, y la tierra es solo un sitio donde asentar tus
pies, abrigar a tu persona y no oír llorar a tus hijos. Más que ley o
justicia, viejo Felipe, los españoles hoy pedimos tierra. Un trozo de
tierra. O de aire. Un sitio donde vivir. Solo en el primer semestre de
2014, 42.482 familias fueron desahuciadas de su casa. Privadas de su
tierra. Por eso a mí, cuando gente como Felipe González me habla de
“tierra y ley”, me entra como una risa floja. Tierra. Tierra.
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