http://iniciativadebate.org/2015/11/03/operacion-ciudadanos/
La Operación Ciudadanos ha 
sido un éxito. Todas las encuestas les sitúan ya como llave para dar el 
gobierno a una de las dos cabezas del bipartidismo o incluso como 
segunda fuerza que podría presidir el país con el apoyo del PSOE. Y 
subiendo. No nos extrañemos si ganan las elecciones. El establishment
 puede estar tranquilo. El antídoto que buscaron contra Podemos ha 
funcionado. Han frenado la expansión del virus, les han sustituido como 
referentes de la regeneración y se han convertido en el repuesto 
tranquilo y sensato, como ellos mismos dicen, que necesitaban el IBEX 
35, la monarquía, el statu quo y hasta el bipartidismo. Ambos pueden pactar con Rivera para seguir viviendo.
La monarquía comprendió que 
tenía que adelantar la sucesión para sobrevivir. Abdicar o morir. Sacó 
al mercado “la monarquía renovada para un tiempo nuevo” y la gente 
compró. En un año, los españoles pasaron de suspender a la institución 
por primera vez, al aprobado con nota del nuevo rey. Ahora llega la 
Transición 2.0. El mismo programa de siempre con una interfaz nueva. C’s
 no viene a romper sino a evitar la ruptura para que no caiga el 
edificio. Es una prótesis en la cadera rota del viejo régimen para que 
siga caminando. Rivera es el Felipe VI de la política y quiere ser el 
Adolfo Suárez del siglo XXI. Suárez y Juan Carlos iniciaron la 
Transición. Albert y Felipe, la segunda. Dentro de 40 años tendremos un 
aeropuerto de Madrid Barajas Albert Rivera. Al tiempo.
Es muy legítimo que los 
españoles de orden vean en Albert Rivera la respuesta a la crisis del 
régimen sin los sobresaltos de Podemos. Pero es menos legítimo que nos 
lo vendan como una renovación cuando ni siquiera son modernos. 
Recordemos que Rivera no quería llamar matrimonio a la unión de parejas 
gays porque genera tensiones, que afirma que el aborto no es un derecho 
sino un fracaso de la sociedad y que se define como republicano pero es 
“felipista”, como el PSOE era republicano y “juancarlista”. Ahora 
también dice que no le gustan los toros aunque se le ha visto 
disfrutándolos y se opuso al cierre de la plaza de Barcelona. Es siempre
 sí pero no y todo lo contrario. Quiere parecer moderno y social, 
centrista y progre, pero aún le traiciona su pasado como miembro del 
Partido Popular.
Como el PP, es contrario a 
las cuotas paritarias en una sociedad en la que la brecha salarial entre
 hombres y mujeres es del 25%. Como el PP, quiere dejar a los sin 
papeles fuera de la Sanidad. Como el PP, declara que se siente cómodo 
con las relaciones entre Iglesia y Estado y sólo se plantea la revisión 
(que no revocación) del Concordato. Como el PP, acaba de dejar claro que
 no quiere abrir ningún debate sobre la Memoria Histórica, o sea, que 
todo siga atado y bien atado, los vencedores mandando, la Transición 
olvidando y los vencidos en una cuneta. Puede ser casualidad, pero 
aprovecharon una bronca en el Parlament para abandonarlo cuando se 
votaba una moción de condena al franquismo. Como el PP.
Pero ni siquiera el PP ha 
dejado de votar hace unos días a favor de una declaración de las Cortes 
valencianas contra la violencia de género como ha hecho C’s porque no 
aceptaba el término “terrorismo machista”. Habrá que recordarles que, en
 los últimos 12 años, han sido asesinadas alrededor de 800 mujeres, casi
 tantas como asesinatos de ETA en cinco décadas. Si eso no es 
terrorismo. En algunas cosas, van por detrás de su modelo, aunque en la 
mayoría son la versión rejuvenecida, más amable, más guapa, más laica y 
menos retrógrada. Es una diferencia más cosmética que ideológica. Se 
disputan con el PP la bandera de la unidad de España y como el actual 
gobierno, pretenden sacarnos de la crisis con el mismo modelo que nos 
metió: subvencionando a las empresas para que no tengan que subir 
sueldos miserables, es decir, socializando las pérdidas de los que 
privatizan sus beneficios.
Esto es Ciudadanos aunque no
 lo parece. No lo parece porque lo difuminan bajo su discurso de 
eficacia liberal y lucha contra la corrupción bipartidista pero sin 
hablar de la casta para no enemistarse con ella. Ese camino ya lo abrió 
Iglesias a machetazos y Rivera ha aprovechado el pasillo, como mostró 
una elocuente portada de El Jueves. Son dos 
fenómenos televisivos opuestos. Podemos fue un éxito sobrevenido que 
llevó audiencia a la televisión. Ciudadanos es un éxito creado por la 
televisión que está llevando a Rivera hasta la audiencia. Las teles le 
abren sus puertas y jamás le ponen en apuros, al contrario de lo que 
ocurre con Iglesias y los suyos. Parece que no es posible un gobierno de
 este país que no haya sido permitido por las élites. Aunque siempre nos
 quedarán Colau y compañía para pensar lo contrario.
Ciudadanos es la Operación 
Luna o la Operación Palace de la política española, un programa de 
televisión para hacernos creer que ha llegado el cambio aunque sigan los
 mismos o muy parecidos haciendo cosas por el estilo. Si se fijan 
ustedes un poco, verán el decorado.
ADEMÁS:3 noviembre, 2015 http://kaosenlared.net/cinco-actuaciones-de-ciudadanos-en-las-ultimas-semanas-que-demuestran-su-ideologia-derechista-y-reaccionaria Cinco actuaciones de Ciudadanos en las últimas semanas que demuestran su ideología reaccionaria
No hay comentarios:
Publicar un comentario