Francesco Starace, consejero delegado de la empresa pública italiana Enel, propietaria de la española Endesa, da sus recetas para implementar cambios en una empresa y como hacer negocios: “inspirar miedo y castigar a los que se oponen”.
Dijo que hay que identificar los “ganglios” de una organización que se oponen al plan y “golpearlos”, así generando miedo y malestar. Y advirtió que esto “debe hacerse rápidamente, con decisión y sin descanso”. El ejecutivo agregó que “al cabo de unos meses, la organización entiende, porque a las personas no les gusta sufrir. Es fácil”.
Después de que se difundiera en redes sociales este discurso ante estudiantes de economía y administración de empresas en una universidad en Roma, varios senadores italianos llamaron al Primer Ministro, Matteo Renzi -que lidera un gobierno de centro izquierda y quien puso en el cargo al CEO-, a manifestarse respecto de las declaraciones.
Una editorial del Il Giornale dice que una empresa como Enel, que lleva la imagen de Italia al mundo, incluso más que la de un embajador o ministro, no puede permitirse dar esa imagen en una república que está completamente comprometida con la democracia y el pluralismo.
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