Tras el asesinato de 123 activistas desde 2009, Honduras se convierte en el país más peligroso del mundo para los defensores del medio ambiente
El asesinato de Berta Cáceres desencadenó una condena internacional pero Honduras no ha hecho lo suficiente para poner fin al derramamiento de sangre
  Nina Lakhani - 1/02/2017 http://www.eldiario.es/theguardian/investigacion-hondurenas-asesinatos-ataques-poblacion_0_607889733.html
El asesinato de Berta Cáceres desencadenó una condena internacional pero Honduras no ha hecho lo suficiente para poner fin al derramamiento de sangre
 
    
Importantes figuras políticas y 
magnates comerciales están implicados en la ola de violencia contra 
activistas medioambientales en Honduras. Así lo confirma una 
investigación llevada a cabo por la organización Global Witness, que 
asegura que las élites del país están utilizando métodos criminales para
 aterrorizar a las comunidades con total impunidad.
Al menos 123 activistas medioambientales han sido  asesinados en Honduras
 desde que un golpe de Estado expulsó del poder al presidente Manuel 
Zelaya. Muchas de las víctimas han sido miembros de comunidades 
indígenas y rurales que se oponen a grandes proyectos en sus 
territorios.
El asesinato el año pasado de la activista indígena 
Berta Cáceres, que ganó el prestigioso galardón medioambiental Goldman 
en 2015, desencadenó una condena internacional, pero Honduras ha 
fracasado a la hora de poner fin al derramamiento de sangre.
A Cáceres la mataron a tiros después de años de amenazas de muerte y de
 persecución por parte del Estado. Las amenazas y la persecución fueron 
consecuencia de su campaña contra la presa hidroeléctrica Agua Zarca 
(que recibe financiación internacional) en el río Gualcarque, un lugar 
sagrado para el pueblo Lenca.  Dos de sus compañeros han sido asesinados desde entonces.
 
    
La empresa privada Desarrollo 
Energéticos SA (Desa) recibió el proyecto de la presa sin que se 
consultase con ninguna comunidad. Los registros de la compañía que ha 
conseguido Global Witness sacan a la luz, por primera vez, que el 
consejo de administración de la compañía incluye importantes figuras de 
la política, militares y grandes empresarios.
El 
presidente de la compañía, Roberto David Castillo Mejía, es un antiguo 
oficial de inteligencia militar y empleado de la empresa energética 
estatal de Honduras. El informe asegura que Cáceres, antes de su muerte,
 dijo a Global Witness que Castillo le había ofrecido un soborno para 
que dejase de hacer campaña contra la presa. 
El 
secretario de la compañía, Roberto Pacheco Reyes, es un antiguo ministro
 de Justicia; mientras que su vicepresidente, Jacobo Nicolás Atala 
Zablah, es presidente del banco hondureño BAC y miembro de una poderosa 
familia del mundo de los negocios.
Hasta el momento, 
siete personas fueron detenidas por su relación con el asesinato de 
Cáceres, incluidos dos empleados de Desa y también militares retirados o
 que siguen en activo. Pero la familia de la activista ha pedido en 
repetidas ocasiones que se busque a los autores intelectuales del 
asesinato.
El año pasado, una investigación realizada por  the Guardian reveló que  el nombre de Cáceres aparecía junto al de docenas de activistas en una lista militar
 que manejaban fuerzas especiales entrenadas por EEUU. Un portavoz de 
Desa aseguró que la compañía no estaba involucrada a ningún nivel en el 
asesinato de Cáceres.
Desde el golpe de 2009, la 
violencia ha aumentado de manera dramática, mientras que sucesivos 
gobiernos derechistas han hecho que proyectos nocivos para el medio 
ambiente (de minería, agroindustria y turismo) se hayan convertido en la
 piedra angular de la estrategia económica de crecimiento del país.
No se respetan los estudios medioambientales
Los controles medioambientales se han diluido o han sido directamente 
ignorados y se han otorgado cientos de concesiones. A pesar de esto, 
muchos de estos proyectos están siendo respaldados por importantes 
empresas financieras internacionales e instituciones como the 
International Finance Corporation y el Inter-American Development Bank.
Un informe titulado 'Honduras: el lugar más mortífero para defender el 
planeta' investigó cinco polémicos proyectos a los que se oponían las 
comunidades locales. Una de las denuncias más importantes es el 
conflicto de intereses que encarna Gladis Aurora López, líder del 
Partido Nacional de Honduras (ahora en el poder) y vicepresidenta del 
Congreso.
El marido de López controla el proyecto 
hidroeléctrico de Los Encinos en el oeste de Honduras, donde tres 
activistas indígenas fueron torturados y asesinados, y dos mujeres 
embarazadas fueron agredidas por un grupo de civiles y fuerzas 
estatales, provocando el aborto de una de ellas.
La 
licencias para Los Encinos y otras presas fueron otorgadas en 2010 
cuando López era vicepresidenta del Congreso, a pesar de que es ilegal 
tanto para los miembros del Congreso como para sus cónyuges obtener 
contratos o concesiones del Estado. López y su marido han negado 
cualquier irregularidad. Arnold Castro dijo que, por respeto a la 
Constitución, su mujer "no participó en la sesión cuando se aprobó el 
contrato".
El informe también destaca otro proyecto 
importante. Se trata de un proyecto de lujo, el hotel cinco estrellas 
Indura Beach y Golf Resort en el norte de la costa del Caribe. El 
informe detalla intentos de tomas ilegales de tierras y 
acusaciones penales falsas contra las familias indígenas Garifuna que 
viven al lado del  resort.
Hoteles de lujo pagados por el Estado
La compañía que está detrás del  resort,
 Desarrollo Turístico Bahía Tela (con inversores privados y estatales), 
también está implicada en uno de los mayores escándalos recientes del 
país:  el robo de 350 millones de dólares
 (324 millones de euros) del Instituto Hondureño de Seguridad Social a 
través de una red de empresas fantasma que dejó a pacientes enfermos sin
 medicinas. Algunos de esos fondos corruptos fueron blanqueados a través
 del proyecto del hotel, según los documentos de la investigación 
penal oficial obtenidos por Global Witness.
Además, 
el proyecto del hotel recibió 20 millones de dólares (18,5 millones de 
euros) más procedentes de un consorcio regional de bancos liderado por 
el Banco Ficohsa,  cuya división panameña está siendo investigada
 por blanqueo de capitales. El banco es propiedad del multimillonario 
Camilo Atala, un antiguo parlamentario y primo de Jacobo Atala (Desa).
El complejo hotelero se convirtió en parte de la Colección Curio de 
hoteles de lujo de Hilton en noviembre de 2016 después de presuntas 
irregularidades. No hay ningún indicio de que Hilton tuviera que ver 
con los hechos. Desarrollo Turístico Bahía de Tela no respondió a las 
acusaciones hechas por Global Witness.
"Los garifunas
 estamos siendo perseguidos por el gobierno para expulsarnos de nuestras
 tierras y para poder llevar a cabo su desarrollo turístico, que no 
beneficia a nuestras comunidades", cuenta José Guzmán Niri, de la 
comunidad garifuna de Barra Vieja.
El informe señala 
que rara vez se realizan arrestos. La impunidad impera. Esto ha hecho 
que Honduras sea el país más peligroso del mundo para los defensores de 
la tierra y del medio ambiente.
"Nuestra 
investigación revela cómo las élites políticas y empresariales del país 
están utilizando la corrupción y actos criminales para sacar provecho 
económico de la riqueza natural del país. Para ello están consiguiendo 
el apoyo de las fuerzas estatales para aterrorizar y asesinar a las 
comunidades que se atreven a interponerse en su camino", asegura Billy 
Kyte, de Global Witness.
A pesar de la indignación 
internacional creciente por la violencia, Honduras sigue recibiendo 
ayudas millonarias procedentes de EEUU. "Como el mayor donante, EEUU 
debería ayudar a poner fin a la sangrienta represión que vive la 
población rural. En su lugar, está financiando a las fuerzas estatales 
hondureñas, que son las que están detrás de los peores ataques", 
concluye Kyte.
Traducido por Cristina Armunia Berges
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