Un comprometido profesor de preparatoria explica, tanto crítica como 
creativamente, por qué enseñar poesía en las escuelas es tan complicado e
 importante. via the atlantic / faena 16 Octubre 2016 http://culturainquieta.com/es/inspiring/item/10858-por-que-ensenar-poesia-es-tan-importante.html
 “La poesía permite que los maestros enseñen a sus alumnos cómo 
escribir, leer y comprender cualquier texto. La poesía puede dar a los 
estudiantes una salida sana para dar cabida a sus emociones”, expone 
Andrew Simmons, profesor de literatura, en una carta abierta publicada 
en The Atlantic. Lo cierto es que muchos profesores de literatura, al 
menos los que realmente están comprometidos con lo que hacen, piensan lo
 mismo que Simmons, pero ninguno ha escrito un ensayo tan claro de los 
pros y contras, posibilidades y las desventajas, de enseñar poesía en la
 preparatoria. De esta manera su artículo da voz a los problemas de la 
enseñanza de poesía, y al mismo tiempo esclarece algo fundamental para 
el estudiante. La poesía no sólo es poesía, es una herramienta para el 
mundo.
La poesía preparatoriana sufre de un problema de imagen. 
Piensen en la escenas de La sociedad de los poetas muertos, jóvenes de 
mejillas rojizas parados encima de mesas recitando versos, o en 
imitadores fachosos de Dickinson soñado despiertos en bancas del parque,
 llenando diarios con patrañas nocivas de panfleto. […] Siempre he 
rechazado estas malas caracterizaciones nacidas de la ignorancia, las 
malas películas y la enseñanza poco inspirada”.
Sin embargo, 
Simmons tampoco llena sus clases de Ezra Pound o T.S. Eliot. No lo hace 
porque, como él apunta, “ama la poesía”, y la “poesía tiene que 
convertirse en una idea tardía, un suplemento, y no algo que se estudia 
por sí mismo”. Esta dicotomía de amar los poemas pero no querer 
lapidarlos al deconstruirlos textualmente se dirige a algo importante: 
enseñar poesía es una herramienta para entender otras disciplinas de la 
academia y de la vida, pero la poesía en sí tiene que ser una 
experiencia poderosa, individual.
A los estudiantes que no les 
gusta escribir ensayos les podría gustar la poesía, con su escasez de 
reglas fijas y su afinidad con el rap. Para estos estudiantes, la poesía
 podría ser un portal hacia otras formas de escritura. Puede enseñar 
habilidades que sirven en otros tipos de escritura; por ejemplo la 
dicción precisa y económica.
En
 su trabajo, los poetas no obedecen reglas tradicionales de escritura. 
La poesía puede enseñar convenciones de escritura y gramática al mostrar
 lo que pasa cuando los poetas se despojan de ellas o las pervierten 
para crear un efecto. Dickinson a menudo capitaliza los sustantivos 
comunes y utiliza guiones en lugar de comas para denotar cambios 
repentinos de enfoque. […] Cummings, por supuesto, se revela por 
completo. Usualmente rehúye de las mayúsculas en su poesía proto-mensaje
 de texto.
Los maestros deben producir amantes de la literatura y 
también críticos agudos, y formar un balance entre enseñar escritura, 
gramática y estrategias analíticas y luego también ayudar a estudiantes a
 ver que la literatura debe ser misteriosa. “La poesía sirve esta 
función perfectamente”, anota Simmons.
El artículo en su totalidad
 es una buena exposición del papel de la literatura en las escuelas de 
este siglo. Pero también tiene un valioso enfoque hacia la importancia 
de que la poesía no debe ser algo “que se resuelve” en clase. Debe ser 
algo que sólo sigue generando efectos en la mente de quien la ha leído y la
 ha amado, como él
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