miércoles, 5 de abril de 2017

Carta al suscriptor: Tres escenas podridas y una alergia primaveral, de Cristina Fallarás

http://ctxt.es/es/20170329/Firmas/11927/carta-al-suscriptor-cristina-fallaras-ctxt-periodismo-politica.htm  Cristina Fallarás

 
La boca del logo
2 de Abril de 2017 


CTXT necesita 300 suscripciones mensuales para ser sostenible y cada vez más independiente. Puedes ayudarnos aquí
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
Querida suscriptora o suscriptor:
Hola. Llevo algún tiempo preguntándome por qué no dejo el periodismo. Este es un oficio del que ya no se come, así de simple. Cuando un oficio llega a este punto, o desaparece o alguien lo compra y entonces ya es otra cosa. La ligerísima sensación de que algo está cambiando me mantiene pegada a la tecla y escribiéndote esta carta. Querría contarte, en tres breves escenas podridas y una idea llamémosle primaveral –o sea, alérgica–, lo que sucede.
ESCENA 1
Lunes 20 de marzo de 2017. Festivo en Madrid.
Los festivos inesperados tienen la ventaja de que mis hijos me ponen ante las narices las idioteces de los días laborables. Desayunamos pan tostado en la cocina cuando la periodista empieza a entrevistar a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Los programas informativos de la radio suelen ser asunto de días laborables, como el ejercicio político, como las ruedas de prensa, como el muermo de la inercia.
La locutora pregunta algo y la entrevistada arranca la respuesta con un “indudablemente…”. Sucede lo mismo con la siguiente respuesta, y con la siguiente, de manera que esa insistencia en la indudabilidad de las cosas acaba por centrar toda mi atención y dejo de escucharla. Me doy cuenta de que la entrevista ha terminado cuando mi hijo mediano (14) exclama: “Vaya morro tiene esa tía”. Esa tía es Cristina Cifuentes, claro. “No ha contestado ni a una de las preguntas que le han hecho”, protesta.
Resulta muy propio de los días laborables que una política no responda las preguntas de la periodista, y se vaya por los cerros de Úbeda. Eso no sucedería si no fuera también habitual que los periodistas no se planten hasta que la política o el político de turno responda. En cuanto al oyente, funciona por acumulación.
ESCENA 2
Domingo 4 de septiembre de 2016. Hangzhou (China).
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se encuentra en la cumbre del G-20, adonde ha acudido con Luis de Guindos. Quizás por razones chinas, ofrece una rueda de prensa sin ser día laborable, o también puede ser que la insistencia boba en mentir del dimitido ministro Manuel Soria le obligue.
Rajoy se sitúa ante cámaras y micrófonos y afirma: “El señor Soria es un funcionario y como tal funcionario y como hacen otros muchos, ha reingresado en la Administración y ha participado en un concurso, como hacen todos los funcionarios. El concurso entre funcionarios se ha resuelto y a partir de ahí no puedo añadir absolutamente nada más”.
Era mentira. Mentira cochina. El ex ministro Soria no se había presentado a ningún concurso y resulta harto improbable, si no imposible, que Rajoy no lo supiera.
Al día siguiente, lunes, los periódicos publican titulares del tipo Rajoy: “Soria ha participado en un concurso como todos los funcionarios” (El Mundo) o similares. Y aun en la siguiente edición, la del martes, se permiten abrir con este tipo de encabezamientos: Soria comunicó a Rajoy que quería ir al Banco Mundial dos meses después de dimitir. Y de subtítulo: Guindos y Rajoy defienden el cargo dado a Soria: “Sería ilegal negárselo” (El País).
O sea, nadie titula la realidad, el verdadero tuétano del asunto: Rajoy miente. Ese era el titular: El presidente del Gobierno miente a los ciudadanos. Podría pensarse que no se titula así porque no es noticia que Rajoy mienta, sino costumbre. Y no solo él, desde luego: Mintió González con el GAL, entre otras minucias, mintió Aznar con las armas de destrucción masiva o el 11M, mintió Zapatero con los brotes verdes… Y en ese no ser noticia se hamaca el problema como quien echa una siesta caribe.
ESCENA 3
Jueves, 24 de febrero de 2005. Parlament de Catalunya, Barcelona.
El Gobierno catalán debate en sesión plenaria el hundimiento de un túnel en el metro del Carmel. Severamente azuzado por Artur Mas, el entonces presidente Pasqual Maragall se levanta y pronuncia una docena exacta de palabras que quedará para la historia de la corrupción: “Vostés tenen un problema i aquest problema es diu 3 per cent”.
Sin embargo, la secuencia completa no es esa. Para comprender el calado, el fermentado fondo de la secuencia, es necesaria la reacción de Mas y la consiguiente respuesta final de Maragall.
Vosté ha perdut completament els papers”, reacciona el de CiU, antes de amenazarle con romper “el consenso” que en ese momento negociaba con el Gobierno español un nuevo Estatut para Cataluña. Así que Mas le pide al president que retire lo dicho, a lo que Maragall responde: “Accedeixo a la seva demanda”. Y ahí acaba todo.
Cada vez, cada una de las veces, y no han sido pocas, que veo esta escena me quedo estupefacta por lo que allí sucede. Un presidente acusa de corrupción al partido de la oposición. Le acusa con cifras concretas. Y no solo en público, sino en sede parlamentaria. El jefe de la oposición le amenaza con retirarle el apoyo, y entonces el presidente retira la acusación. ¡Todo en menos de 2 minutos!
Había allí presentes políticos de todos los colores, periodistas de todos los medios, funcionarios, sindicalistas y demás compañeros mártires. Pues bien, no pasó nada. Nada de nada. Y hemos tenido que esperar una década a que se retome aquel 3 por ciento retirado.

ALERGIA PRIMAVERAL
Las tres escenas anteriores no están elegidas al azar, pero casi. Lamentablemente, el ejercicio político de los últimos 25 años nos ha ido ofreciendo dosis de inmundicia que, en la última década, ya se han hecho insoportables. Sin embargo, no quiero destacar en esta carta los desmanes políticos, sino la colaboración –de pensamiento, palabra, obra u omisión– necesaria de los medios de comunicación. Sin eso, sin su silencio y su participación, no habríamos llegado a este lugar en el que todo parece apestar.
La función correctiva que están suponiendo las redes sociales, en parte, y la respuesta de algunos profesionales, que ya no están dispuestos ni a participar ni a acatar, me han contagiado esta insospechada alergia primaveral que me devuelve la confianza en el periodismo.
Y aquí estoy. Lo mismo que usted. Porque creo que este es un buen lugar. Y lo de comer o no comer, me lo tomaré por el momento como una dieta propia de esta estación.

Cristina Fallarás

--------------------------------------------
Cada semana, nuestros suscriptores reciben una carta dominical exclusiva, firmada por: Gerardo Tecé, Guillem Martínez, Xosé Manuel Pereiro y otras grandes firmas de la revista. Esta carta, escrita por Cristina Fallarás, se envió a los suscriptores el 25 de marzo de 2017. Suscríbete ahora aquí y recibe tu carta cada semana, además de disfrutar de muchos otros privilegios. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario