EFE/Atef Safadi
Un informe que acaba de ver la luz revela que casi un 20% de los jóvenes han sido detenidos o investigados por las autoridades israelíes a causa de lo que han colgado en las redes sociales. JERUSALÉN
03/03/2017 EUGENIO GARCÍA GASCÓN http://www.publico.es/internacional/espionaje-israel-actividades-palestinos-redes.html
Darin Tatur es una
palestina de Israel de 34 años que fue arrestada el 11 de octubre de
2015 y que desde entonces ha permanecido en prisión y en arresto
domiciliario. Quince meses de privación de libertad tan sólo por
escribir un poema y colgarlo en YouTube con imágenes de la ocupación
militar israelí de fondo.
Darin dice que tiene derecho a escribir poesía y derecho a colgarla en las redes sociales, pero Israel
no está de acuerdo. Aunque cuando fue detenida apenas poco más de un
centenar de personas habían visto el vídeo y escuchado el poema, la
Policía sostiene que sus versos “incitan a la violencia contra los
israelíes judíos”.
El PEN Club Internacional, una asociación de
escritores de todo el planeta, ha emitido un comunicado en el que pide
al gobierno Benjamín Netanyahu que retire los cargos contra Darin y que
la ponga en libertad. El PEN Club recuerda que existen centenares de
palestinos detenidos por sus actividades en las redes sociales, una
situación que se deriva de una extrema vigilancia electrónica de todos
los palestinos, especialmente de los jóvenes.
Un informe que acaba de publicar el Centro Árabe para el Avance de los Medios Sociales
(7amleh) justamente saca a la luz la profundidad del espionaje sobre
los palestinos del interior de Israel y de los territorios ocupados. El
informe se fundamenta en un sondeo que indica que el 19% de los jóvenes
de entre 15 y 25 años han sido detenidos o investigados a causa del
espionaje de las redes sociales por parte de los servicios secretos.
Un papel central en el espionaje lo desempeña la poderosa Unidad 8200,
que se dedica al seguimiento electrónico de la población palestina de
Israel y de los territorios ocupados, aunque también espía a nivel
internacional. En 2014, 43 reservistas de la Unidad 8200 firmaron una
carta mediante la que renunciaron a esas ocupaciones, alarmados por el
tono del espionaje en el que ellos mismos habían participado. Según ha
publicado la prensa hebrea, la Unidad 8200 investiga, entre otras cosas,
el historial médico de los palestinos para ver si se les puede
chantajear en ese campo, así como sus preferencias sexuales, con la
misma intención y con el fin de reclutarlos como colaboracionistas.
El informe de 7amleh, un grupo que tiene su sede en la ciudad de Haifa, se centra en el espionaje
electrónico y revela que incluso los servicios de seguridad palestinos
dependientes de la Autoridad Palestina colaboran con la Unidad 8200 y
con otras fuerzas israelíes para espiar a la población palestina,
especialmente a los jóvenes. El sector geográfico más castigado es Cisjordania.
El informe indica que el 35% de los jóvenes de Cisjordania han dicho
que fueron arrestados por algo que dijeron en las redes sociales, lo que
confirma que prácticamente nada de lo que dicen o hacen pasa
desapercibido para el Gran Hermano.
El poema que Darin Tatur colgó en YouTube
hablaba de la ocupación e invitaba a los palestinos a resistir contra
ella. En el juicio celebrado en septiembre pasado se supo que la Policía
la obligó a firmar su declaración sin siquiera permitirle leerla y que
la presionaron para que la firmara diciendo que más tarde ya se podría
quejar. También trascendió que la transcripción de su declaración no se
había ajustado a las palabras de la poetisa palestina. El abogado de
Darin, Abed Fahoum, presentó ante los jueces un vídeo en el que
aparecen tres policías gritándole a Darin para que reconozca que en el
vídeo de YouTube está incitando a la violencia contra israelíes judíos,
algo que Darin niega. Esta parte del interrogatorio no quedó reflejada
en la transcripción de la declaración de Darin.
Censura en redes sociales
El director de 7amleh, Nadim Nashif, ha declarado que el objetivo del estudio es promover los derechos de los jóvenes palestinos
a usar internet de una manera que sea segura, es decir, sin que se
intercepten sus comunicaciones, y esto tanto en relación con las
autoridades como en relación con cualquier corporación que se dedique a
estos menesteres.
El año pasado se incrementó sustancialmente el número
de palestinos arrestados por usar las redes sociales, lo que alarmó a
distintas organizaciones que vigilan este fenómeno. Además, consta que
las autoridades israelíes presionan constantemente a las empresas
propietarias de las redes sociales, como Facebook o YouTube, para
que saquen rápidamente las noticias que Israel considera que incitan a
la violencia. Varias organizaciones de derechos humanos han advertido
que estas prácticas de censura no son aceptables.
Una delegación de Facebook se reunió en septiembre
último con miembros del Gobierno israelí y el ministro del Interior,
Guilad Erdan, uno de los más radicales del Gobierno, calificó el
encuentro de “exitoso”. En la reunión, justamente se abordaron las
medidas que Facebook debería aplicar para evitar que los palestinos
“inciten a la violencia”. Paralelamente a este encuentro, varias páginas
de activistas palestinos en árabe e inglés fueron suspendidas por
Facebook, una medida que desde entonces ha continuado sucediendo. El
mismo hecho de que casi el 20% de los jóvenes palestinos hayan sido
detenidos o investigados por Israel muestra el alcance de la persecución
que la Policía y los servicios de inteligencia israelíes aplican sobre
el conjunto de la vida de los palestinos.
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