http://www.bez.es/634162247/El-saqueo-de-Navalcarnero-por-el-PP-al-nivel-de-Marbella.html
A una buena
parte de los ciudadanos de España no les sonará mucho Navalcarnero, la
localidad madrileña de unos 25.000 habitantes que limita con la
provincia de Toledo. Casi nadie sabrá quién es Baltasar Santos, alcalde
de la ciudad durante los últimos 20 años, hasta las elecciones de 2015.
Pero recuerden estos dos nombres porque lo hecho por este dirigente en
este pueblo desde 1995 deja en una anécdota lo ocurrido con las
'tarjetas black', Gürtel, Púnica y se asemeja al saqueo de Marbella.
¿Recuerdan el caso de las 'tarjetas black'? Sesenta consejeros y dos presidentes de Caja Madrid gastaron 12 millones durante diez años con las visas opacas,
ajenos a Hacienda y mientras la entidad necesitaba un rescate. Parecido
es el caso de los cinco ex ejecutivos de NovacaixaGalicia condenados a
prisión por adjudicarse 8,9 millones en sobresueldos pese a estar en pérdidas. ¿Y el caso de La Muela? Seguro que recuerdan a María Jesús Pinilla, la alcaldesa de esta ciudad zaragozana condenada a 17 años de cárcel y una multa de diez millones por irregularidades en su gestión que dejaron al pueblo con una deuda de 25 millones.
¿25 millones? Navalcarnero debe 220 millones de euros. Un reciente informe de la Cámara de Cuentas regional referido solo a los años 2007 y 2008 -pendiente de aprobación- cifra en 35 millones los gastos sin justificación contractual. Una fuente de la Cámara ha reconocido en privado que es "el informe más duro que he visto nunca". El actual alcalde, José Luis Adell, del PSOE,
calcula que el despilfarro durante los 20 años de Gobierno del PP es de
mil millones, entre la deuda, los ingresos por venta de suelo e
ingresos recurrentes. Los funcionarios del Ayuntamiento de Marbella calcularon el desfalco a la ciudad en 500 millones.
Se calcula que el dinero defraudado en Gürtel -Francisco Correa-
son 120 millones y en Púnica -Francisco Granados-, 250 millones.
Baltasar Santos, desaparecido
Aunque no tiene el componente de morbo y
farándula que le daba Isabel Pantoja a Marbella, ni el protagonista es
alguien famoso como Luis Bárcenas, Francisco Granados o Francisco
Correa, lo protagonizado por el ex alcalde popular de la ciudad, Baltasar Santos,
durante los veinte años de su gobierno refleja toda una época de
dispendio municipal, aliñada con una gran dosis de impunidad. Impunidad incluso actualmente: la Policía municipal ha tenido que dejar en su casa el reciente informe de la Cámara para que haga las alegaciones pertinentes -que, de momento, no ha hecho- porque está desaparecido.
Solo por el caso de un polideportivo pagado y no construido, el perjuicio al Ayuntamiento es de 10,5 millones de euros
Impunidad también judicial, al contrario que en el resto de casos citados. Santos tiene tres querellas pendientes que no avanzan. Primero, por prevaricación, fraude y malversación de caudales públicos en la construcción de un polideportivo. Según un auto del 19 de agosto de 2016,
el juez ve indicios de delito en el alcalde -y otros dos funcionarios-
por adjudicar la obra a la oferta más barata pero aprobarle luego
modificados sin los informes legales necesarios que
encarecieron la obra. Según el juez, el Ayuntamiento aprobó pagos de
sobrecostes pedidos por la empresa, Constructora Hispánica, de hasta el
80% del coste total pese a que "la obra estaba abandonada".
Lo más sorprendente es que el juez daba
diez días en agosto al fiscal para responder y en marzo nadie sabe qué
ha ocurrido con esta querella. "No sabemos nada, no tenemos noticia del
fiscal y no nos dicen nada", explican en el Consistorio madrileño. La
juez calcula que Santos y los otros dos procesados han causado un perjuicio al Ayuntamiento por 10,5 millones, el dinero abonado a la constructora. El polideportivo no está construido.
Cuevas
La segunda querella hace referencia a la construcción de unas cuevas bajo la Plaza de Segovia que servirían como reclamo turístico. Tras invertir 30 millones de euros,
la realidad es que las cuevas están cerradas -imagen de la derecha- y
ha habido varios hundimientos que han puesto en peligro la vida de los
vecinos. Además, la obra se hizo sin los informes legales pertinentes,
sin proyecto técnico, sin dotación presupuestaria y "sin que se haya
seguido el procedimiento establecido para la licitación de contratos",
dice el informe de la Cámara regional.
Como en el caso anterior, el proceso judicial está a la espera del escrito del fiscal. El escrito de calificación de la acusación popular se presentó en noviembre de 2016. La denuncia es de 2011.
Y hay una tercera querella paralizada.
La presentó en abril de 2014 el PSOE -entonces en la oposición- contra
Santos, la concejala de Hacienda y la interventora del Ayuntamiento y
les acusaba de prevaricación, fraude, malversación de caudales públicos.
La denuncia se archivó, pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid
ordenó reabrir el caso en mayo de 2015, "sin que hasta la fecha se haya ordenado ninguna diligencia ni instrucción", asegura la Cámara.
Granito, ermita, fontanero...
La lista de irregularidades durante 20
años en este pequeño pueblo de Madrid asusta. El informe de la Cámara
describe como algo habitual en este Ayuntamiento la adjudicación de
obras a la oferta más barata para luego hacer millonarios modificados al margen de la ley, como el de la Plaza de Toros; se aprobaban presupuestos con ingresos inflados año tras año, que acababan engordando la deuda; una constructora, Consvial, presidida por Felipe Neri, realizó el 90% de las obras -Consvial no ha contestado a la llamada de bez.es-; en definitiva, una "trama corrupta
que ha saqueado la ciudad hasta 2015, porque lo del reciente informe de
la Cámara es solo una mínima parte de lo que ha pasado aquí en veinte
años", asegura Adell, actual alcalde (PSOE).
En 2006, Baltasar Santos compró por
300.000 euros una parcela de 140 metros cuadrados para construir la
ermita de San Millán de la Cogolla. En 2008, sin haber movido un gramo
de arena, compró otra parcela al lado por casi 200.000. En total, medio millón de euros y no se ha hecho nada. El terreno sigue calificado como solar sin uso determinado.
Una de las debilidades del ex alcalde eran las obras de arte y las estatuas de granito, a lo que dedicó más de ocho millones de euros solo entre 2002 y 2011. Una de esas obras, la Santa Cena, la recepcionó en 2014 el propio alcalde y el fontanero municipal. Pagaron 311.000 euros y dieron el visto bueno, pero al año siguiente el artista se la llevó porque estaba defectuosa. Requerida por el actual equipo de Gobierno, el artista ha señalado que todavía falta el trabajo más duro y que tardará unos tres años en entregarla.
El granito puebla Navalcarnero. Granito
que no está pagado en su totalidad porque todavía se adeuda una parte al
proveedor gallego. Pero lo peor es que buena parte de ese granito está abandonado en una parcela municipal, durmiendo el sueño de los justos -en la imagen-.
Nadie sabe donde está Baltasar Santos, que no ha atendido la llamada de bez.es.
Fue expulsado del PP en 2015, que pagó en las urnas su gestión.
"Nosotros condenamos su actuación y nos avergüenza que se utilizaran las
siglas del PP para hacer estas cosas", asegura Esther Platero, la nueva
líder del PP en la ciudad. Santos acudió a las elecciones con otro
partido, URCi, y consiguió dos concejales. Recogió el
acta en un flamante Jaguar y pocos meses después renunció, al igual que
el otro concejal de su formación, María Jesús Neira, ex concejal de
Hacienda en la etapa de Gobierno de Santos. Ahora esos dos sillones
están vacíos, nadie les ha sustituido. Mientras, Navalcarnero y sus
25.000 habitantes estarán endeudados hasta el próximo siglo.
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