La trama golpista que desembocó en el estallido militar de julio del 36 acumuló patrocinadores dentro y fuera de España
Franco fue patrocinado por Hitler, Salazar y Mussolini. Con armas, tropas y financiación, apoyo logístico. Parte de la élite económica del país sucumbió a la trama, caso del financiero Juan March
Tras una entrevista con Benito Mussolini y el gobernador de Libia los rebeldes "recibieron 1.500.000 pesetas, 20.000 rifles, 20.000 granadas de mano y 200 ametralladoras", cuenta Paul Preston.
Franco fue patrocinado por Hitler, Salazar y Mussolini. Con armas, tropas y financiación, apoyo logístico. Parte de la élite económica del país sucumbió a la trama, caso del financiero Juan March
Tras una entrevista con Benito Mussolini y el gobernador de Libia los rebeldes "recibieron 1.500.000 pesetas, 20.000 rifles, 20.000 granadas de mano y 200 ametralladoras", cuenta Paul Preston.
La Guerra Civil española resultó la
secuela de un fracaso: el estallido golpista de julio de 1936. Poco
importaba el fiasco a los rebeldes. Llegaban a la contienda fratricida
con una idea fija, exterminar al rival ideológico. Limpiar España al
coste necesario. Y emprendían la tarea con las alforjas llenas. ¿Quiénes
fueron los mecenas de un puñado de militares sublevados?
Franco fue patrocinado por Hitler y Mussolini. Con armas, tropas y
financiación, apoyo logístico que arribó antes, durante y después de la
asonada. Parte de la oligarquía económica del país no dudó en financiar
la trama, con el paradigma del contrabandista, banquero y empresario
Juan March a la cabeza. Desde la iglesia también hubo colaboracionismo y
grandes propietarios y terratenientes sumaban donativos a otros más
modestos de derechistas locales… Todo sirvió, incluso el robo y el
saqueo pueblo a pueblo sobre los derrotados.
Dinero de Juan March para comprar armas
"Juan
March facilitó dinero" en marzo del 36 "para la adquisición de armas en
el extranjero", expone el historiador Ángel Viñas. De fuera del país, el
político Francesc Cambó recaudó importantes sumas de dinero. La
financiación corría desde créditos de entidades y sociedades externas,
en ejemplos de que la "conspiración contra la legalidad republicana" no
era una trama "solo militar sino también civil", apunta. Un complot
latente "siempre" desde 1931 y que "revivió súbitamente" en marzo del 36
tras la victoria del Frente Popular en las elecciones generales.
Con pruebas como la actuación del abogado y político Antonio
Goicoechea. "Solicitó a los italianos ayuda financiera para pagar a los
pistoleros que sembraban y propulsaban la inquietud social" en España.
Violencia callejera y atentados terroristas a manos de milicias
falangistas y carlistas para romper cualquier atisbo de calma ciudadana.
"La explosión de alegría, y de cólera, en las filas de la izquierda fue
estimulada conscientemente por la trama civil", subraya Viñas.
El préstamo solicitado en el tramo previo a la guerra no fue el único
servicio a los planes golpistas. Como explica el hispanista Paul Preston
en su libro El holocausto español, una delegación
de derechistas "viajó a Roma en busca de armas y apoyo financiero en su
intento de derrocar a la República". Tras una entrevista con Benito
Mussolini y el gobernador de Libia, Italo Balbo, "recibieron 1.500.000
pesetas, 20.000 rifles, 20.000 granadas de mano y 200 ametralladoras".
Llegaron a través de Trípoli y la Portugal de Salazar, país que reclutó
todo tipo de aportes a la causa. Centenares de mercenarios serían
"entrenados como instructores por el Ejército italiano".
La decisiva colaboración de Alemania e Italia
El
soporte de Alemania e Italia resultó determinante. Al envío de
municiones, armas e incluso aviones hay que sumar la participación
activa en la guerra civil de escuadrones italianos y nazis. La balanza,
de otro modo, nunca hubiera caído del lado franquista, según el
historiador Francisco Espinosa Maestre. "Los acuerdos con Mussolini y
Hitler pusieron en manos de los golpistas, y en condiciones óptimas de
pago, hombres y armas sin las cuales poco hubieran podido hacer",
relata.
Y no solo la guerra, sino el propio golpe,
"se financió de varias formas". Con el componente esencial de la élite
económica española, que claudicó ante los intereses rebeldes cuando no
sostuvieron la conspiración desde el inicio. Con un nombre subrayado:
"Juan March fue clave", apunta Espinosa Maestre. A esta ayuda, continúa,
"hay que añadir los millones (de pesetas) que salieron de los donativos
de los derechistas pueblo a pueblo y el que sacaron de todo lo que
fueron robando desde el mismo 18 de julio".
El propio
Preston refleja otros episodios que actuaban como gotas para colmar el
vaso del patrocinio rebelde. Fondos para "financiar a los agitadores"
del clima prebélico, caso de una suscripción abierta desde el periódico ABC
para un desconocido sindicato y que recolectó en poco tiempo 350.000
pesetas "donadas por aristócratas, terratenientes, industriales, además
de muchos fascistas y falangistas anónimos". O aquel "general al que no
se identificó" y que compraría "10.000 rifles en Portugal, que
posteriormente serían entregados a los militantes falangistas". Corría
la mitad del año 35.
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ADEMÁS: Del 14 de abril al 17 de julio Pedro Luis Angosto 17 de Julio de 2017h.) http://www.nuevatribuna.es/opinion/pedro-luis-angosto/del-14-de-abril-al-17-de-julio/20170717134547141815.html
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OTRA COSA: VIDEO: Mujer Roja, Mujer Republicana, represaliadas durante la guerra y postguerra
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