Jaime Martínez De Velasco Marín
https://www.change.org/p/comunidad-de-madrid-otro-error-de-la-lomce-justicia-en-las-becas-de-excelencia-de-bachillerato
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Estimados ciudadanos y ciudadanas:
Soy Jaime Martínez de Velasco Marin, estudiante universitario en la Comunidad de Madrid. Pertenezco a esa generación que puede decir de haber sufrido el cambio a una de las leyes educativas peor valoradas y ejecutadas: la LOMCE. Yo, junto con mis compañeros y miles de estudiantes en toda España, unimos al estrés del curso pasado, Segundo de Bachillerato, la incertidumbre sobre la prueba de acceso a la universidad (EvAU) y la desastrosa gestión de una administración desorganizada y vergonzosa. La Reforma Educativa se conformó como una verdadera chapuza que no definió el programa evaluable hasta Febrero de 2017, 5 meses antes de la prueba de acceso a la Universidad. Los alumnos empezamos el curso escolar 2016-2017, a ciegas, guiados por la labor no reconocida de unos profesores que se enfrentaban a una administración muda, que no daba pautas de como iban a ser las pruebas. Así, cuando en febrero publicaron por fin las guías y orientaciones, se tuvo que reajustar el modo de trabajo y los conocimientos adquiridos hasta entonces.
Pero por fin, hemos superado la EvAU y podemos decir que, pese a las trabas por parte de la acción vergonzosa e innepta de la Administración, con éxito (las notas han subido respecto años anteriores).
Como cada año, la Comunidad de Madrid convoca las Becas de Excelencia, con el objetivo de premiar las mejores calificaciones en Bachillerato y en la Prueba de Acceso a la Universidad (EvAU). Y cuando creíamos haber pasado ya los estragos de una gestión bastante cuestionable, nos encontramos con una nueva injusticia, esta vez a manos de la Consejería de Educación e Investigación de la Comunidad de Madrid.
La nota de admisión a la Universidad está formada por la Calificación de Acceso (CAU) formada en 60% por la nota media de bachillerato y en 40% la nota de la fase general, a lo que se suma dos materias electivas multiplicadas por un coeficiente de ponderación en función de la carrera escogida. Uno de los cambios de la LOMCE era el establecimiento de la denominada materia de opción, una materia obligatoria que, según el itinerario tomado por el alumno en Bachiller, debía incluir en la fase general (por ejemplo, en caso de Ciencias, Matemáticas II).
Bajo la orden de 2016, la Administración de la Comunidad de Madrid y las las universidades públicas acordaron ponderar este cuarto ejercicio del bloque obligatorio (Matemáticas en el itinerario de Ciencias, Latín en Humanidades...) como asignatura del bloque específico. Sin embargo, en Julio de 2017, después de haber realizado el examen, y como una muestra más de injusticia y desorganización, la Comunidad de Madrid cambió sus criterios para la obtención de las becas de excelencia, excluyendo este examen de puntuación en la fase específica.
Los alumnos nos enfrentamos al examen tomando de referencia la Orden del 2016 y los acuerdos de las universidades, suponiendo pues que nuestro examen de modalidad (Matemáticas en Ciencias, Latín en Humanidades...) puntuaría en la fase específica. Sin embargo, debido al cambio producido posterior al examen nos encontramos con que no se valora dicha calificación.
Se trata de una traba más por parte de la administración a los estudiantes de bachillerato, después de un curso de indecisiones, cambios repentinos en el programa y una gestión irresponsable que no está a la altura del nivel de sus estudiantes, que probablemente hubieran elegido otras asignaturas especificas si hubiesen sabido que la calificación para las becas iba a cambiar.
Por ello, pido a la Comunidad de Madrid y en concreto a la Consejería de Educación e Investigación, que resuelva la convocatoria de las Becas de una forma justa y haga un esfuerzo por valorar y reconocer, aunque sea solo por esta vez el talento de los jóvenes madrileños y madrileñas, que son al fin y al cabo, el futuro de la Comunidad de Madrid.
Soy Jaime Martínez de Velasco Marin, estudiante universitario en la Comunidad de Madrid. Pertenezco a esa generación que puede decir de haber sufrido el cambio a una de las leyes educativas peor valoradas y ejecutadas: la LOMCE. Yo, junto con mis compañeros y miles de estudiantes en toda España, unimos al estrés del curso pasado, Segundo de Bachillerato, la incertidumbre sobre la prueba de acceso a la universidad (EvAU) y la desastrosa gestión de una administración desorganizada y vergonzosa. La Reforma Educativa se conformó como una verdadera chapuza que no definió el programa evaluable hasta Febrero de 2017, 5 meses antes de la prueba de acceso a la Universidad. Los alumnos empezamos el curso escolar 2016-2017, a ciegas, guiados por la labor no reconocida de unos profesores que se enfrentaban a una administración muda, que no daba pautas de como iban a ser las pruebas. Así, cuando en febrero publicaron por fin las guías y orientaciones, se tuvo que reajustar el modo de trabajo y los conocimientos adquiridos hasta entonces.
Pero por fin, hemos superado la EvAU y podemos decir que, pese a las trabas por parte de la acción vergonzosa e innepta de la Administración, con éxito (las notas han subido respecto años anteriores).
Como cada año, la Comunidad de Madrid convoca las Becas de Excelencia, con el objetivo de premiar las mejores calificaciones en Bachillerato y en la Prueba de Acceso a la Universidad (EvAU). Y cuando creíamos haber pasado ya los estragos de una gestión bastante cuestionable, nos encontramos con una nueva injusticia, esta vez a manos de la Consejería de Educación e Investigación de la Comunidad de Madrid.
La nota de admisión a la Universidad está formada por la Calificación de Acceso (CAU) formada en 60% por la nota media de bachillerato y en 40% la nota de la fase general, a lo que se suma dos materias electivas multiplicadas por un coeficiente de ponderación en función de la carrera escogida. Uno de los cambios de la LOMCE era el establecimiento de la denominada materia de opción, una materia obligatoria que, según el itinerario tomado por el alumno en Bachiller, debía incluir en la fase general (por ejemplo, en caso de Ciencias, Matemáticas II).
Bajo la orden de 2016, la Administración de la Comunidad de Madrid y las las universidades públicas acordaron ponderar este cuarto ejercicio del bloque obligatorio (Matemáticas en el itinerario de Ciencias, Latín en Humanidades...) como asignatura del bloque específico. Sin embargo, en Julio de 2017, después de haber realizado el examen, y como una muestra más de injusticia y desorganización, la Comunidad de Madrid cambió sus criterios para la obtención de las becas de excelencia, excluyendo este examen de puntuación en la fase específica.
Los alumnos nos enfrentamos al examen tomando de referencia la Orden del 2016 y los acuerdos de las universidades, suponiendo pues que nuestro examen de modalidad (Matemáticas en Ciencias, Latín en Humanidades...) puntuaría en la fase específica. Sin embargo, debido al cambio producido posterior al examen nos encontramos con que no se valora dicha calificación.
Se trata de una traba más por parte de la administración a los estudiantes de bachillerato, después de un curso de indecisiones, cambios repentinos en el programa y una gestión irresponsable que no está a la altura del nivel de sus estudiantes, que probablemente hubieran elegido otras asignaturas especificas si hubiesen sabido que la calificación para las becas iba a cambiar.
Por ello, pido a la Comunidad de Madrid y en concreto a la Consejería de Educación e Investigación, que resuelva la convocatoria de las Becas de una forma justa y haga un esfuerzo por valorar y reconocer, aunque sea solo por esta vez el talento de los jóvenes madrileños y madrileñas, que son al fin y al cabo, el futuro de la Comunidad de Madrid.
- Comunidad de Madrid
- Consejería de Educación e Investigación de la Comunidad de Madrid
- Cristina Cifuentes
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