Queridas
 amigas, queridos amigos, con el artículo semanal, coincidiendo con el 
paso de año, y titulado "La insoportable línea recta", os deseo que, 
como hablo en el artículo, el año 2017 no sea en línea recta, ni 
circular, sino...
http://www.bez.es/687541938/insoportable-linea-recta.html
Ramón del Valle-Inclán escribe en `La lámpara maravillosa´: “El tiempo es como una metamorfosis del rayo de sol, un instante que vuela […] como es la línea recta un punto que vuela”.
Antonio Rodríguez de las Heras @ARdelasH www.ardelash.es
Catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid y director del Instituto de Cultura y Tecnología 
Ramón del Valle-Inclán escribe en `La lámpara maravillosa´: “El tiempo es como una metamorfosis del rayo de sol, un instante que vuela […] como es la línea recta un punto que vuela”.
Visualizar
 así la experiencia vital del tiempo es sensación general en los humanos
 pero no por ello deja de ser perturbadora. De ahí que se procure curvar
 esa línea temporal como intento de contener en lo posible la zozobra de
 la fugacidad. Los ciclos naturales, como el de los años, que hoy 
celebramos, y todas las conmemoraciones periódicas -sociales y 
personales- ayudan a doblar, y evitar por tanto, esta trayectoria 
rectilínea. Si la masa curva el rayo de luz (nos dice la relatividad), 
la memoria (individual o colectiva) curva la línea del tiempo. La 
memoria es la gravedad del tiempo.
La circularidad del tiempo tiene, además 
de la institucionalización social, sus formulaciones en la filosofía, la
 religión, incluso en algunas hipótesis de la cosmología, y es 
inspiradora de narraciones en todas las culturas. 
En esta sociedad de la innovación constante todo es pasajero
Pues bien, actualmente parece que se estira la línea del tiempo por la tracción que ejerce la innovación.
 Y que, por consiguiente, se siente más el tiempo como el rectilíneo 
rayo de sol de Valle-Inclán. En esta sociedad de la innovación constante
 todo es pasajero. Una inconsistencia que tienta a no comprometerse con 
nada, por mucho que haya costado o se confíe en ello, porque se teme que
 de no soltarlo a tiempo su obsolescencia arrastrará hasta la 
marginación (social, profesional…).
Pero el mal no está en la innovación
 (que responde a algo tan esencial para la evolución humana como la 
búsqueda, la imaginación, la invención) sino en el negocio de la 
innovación. Al mercado le favorece esta visión rectilínea de una 
sucesión más y más rápida de novedades para envejecer enseguida y 
perderse como una estela en el aire. 
Al mercado le favorece la visión rectilínea de una sucesión más y más rápida de novedades para envejecer enseguida y perderse como una estela en el aire
Sin embargo el tiempo de las cosas que 
evolucionan no se debe representar, por muy intuitivo que pueda parecer,
 como una trayectoria, sea en línea recta o en círculo. Ni la melancolía
 de la fugacidad de la recta ni el sueño del retorno del círculo son una
 solución. El tiempo de la evolución (la natural o la artificial, la tecnológica) se representa mejor como un continuo amasamiento.
 Nada se pierde, aunque desaparezca a nuestros ojos y usos; de alguna 
manera queda integrado, distribuido en la masa. Dos poetas lo han dicho 
con fórmulas bellas y concisas. T.S. Eliot: “Y todo es siempre ahora” (And all is always now); Mario Benedetti: “El olvido está lleno de memoria”.
La esperanza del retorno, aunque tentador,
 no es tampoco posible en un proceso evolutivo cualquiera. Si el tiempo 
fuera lineal, y trazara una trayectoria, se podría soñar con volver, 
como se hace a un lugar anterior, por una ruta circular o de sentido 
contrario. Pero al ser resultado de un amasamiento evolutivo ya no hay 
posibilidad de recuperación de un estado anterior. Cierto que nada se ha
 perdido, pero hay una distribución e integración de cada porción de la masa que por muchas vueltas que le demos no será posible volver atrás.
La esperanza del retorno, aunque tentador, no es tampoco posible en un proceso evolutivo cualquiera
El
 amasamiento y no la circularidad es lo que puede explicar la sorpresa 
de ver que cosas y prácticas que creíamos perdidas (pero que estaban 
ocultas en el interior de la masa) afloran posteriormente, pero a 
diferencia del círculo que se cierra no es un retorno -como el de 
desempolvar y recolocar un objeto arrumbado en el trastero- sino una recuperación y reinterpretación
 en condiciones distintas a las originales. Por tanto, supone un 
enriquecimiento de la diversidad, un desarrollo de las potencialidades, 
al cambiar las circunstancias, de aquello que vuelve a emerger.
De no ser así, la insoportable línea recta
 del tiempo que aparentemente traza la innovación tecnológica nos 
empuja, para que no nos precipitemos en un sinsentido agotador, a 
recurrir a la imagen tan socorrida de que esa línea es la trayectoria de
 una flecha dirigida a un fin. Pero entonces la metáfora nos obliga a 
que si es una flecha tiene que haber un arco en el principio que apunte y
 lance, y esto contradice lo que hemos descubierto sobre la evolución 
del mundo, de la vida… y la tecnológica es solo una manifestación de 
ella.
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OTRA COSA: Si las grandes superficies apoyan una “Gran Recogida de Alimentos” no se fíe
OTRA COSA: Si las grandes superficies apoyan una “Gran Recogida de Alimentos” no se fíe
 
 
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