La
 suma del retroceso salarial y de la destrucción de puestos de trabajo 
ha hecho que la remuneración de los trabajadores siga todavía por debajo
 de la registrada al principio de la crisis, a falta de conocer el dato 
final del año pasado. Dicho indicador ascendió a 532.852 millones de 
euros en 2016, por debajo de los 559.777 millones de 2008
Las
 estadísticas oficiales confirman que la pérdida de poder adquisitivo de
 los asalariados supera los siete puntos desde el inicio de la crisis

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