Muy
 buen retrato del mundo de las charlas de optimismo superpagadas por las
 empresas (a las que obligan a ir al personal, como si no tuviesen 
bastante con el trabajo).  Es muy sorprendente todo esto porque ni las 
trabajadoras que van a la charla se lo creen, ni sospecho que tampoco el
 empresario que paga (pero hace lo que dice su departamento de 
motivación) ni mucho menos quienes dan la charla. Sospecho también que no van a contratar a Alberto Santamaría para que de una de estas charlas. 
"El público lo forman alrededor de 1.000 limpiadoras de habitaciones de
 hotel, las célebres ‘kellys', que se agolpan en el Palacio de Congresos
 de Maspalomas. El hombre al que escuchan con atención es Luis Galindo, 
experto en optimismo. Quien financia el evento: una empresa hotelera. Lo
 de menos, el sueldo o las horas de trabajo. Lo importante: dar gracias 
por lo bueno, por vivir en el primer mundo, por tener salud. En 
definitiva, “fijarse en lo positivo y lo que puedes controlar por ti 
mismo, las demás cosas no dependen de tu voluntad, así que mejor no 
obsesionarse con ellas”.
Trabajo:
 Los pocos elegidos que viven (muy bien) de dar charlas en España. Unas 
veinte personas componen un circuito casi cerrado de conferenciantes'motivacionales' que pueden llegar a cobrar hasta 3.000 euros por menos de una hora…
elconfidencial.com

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