miércoles, 18 de julio de 2018

Qué significa ser facha en 2018: una nueva perspectiva

Fernando Broncano R ·  blogs.elconfidencial.com --- 18/6/2018
Una nueva intervención oportuna y, como siempre, arriesgada de Esteban Hernández. Se une a la campaña de Juan Soto Ivars para combatir el lenguaje violento y la falta de argumentos en las redes sociales. La falta de atención a lo que el otro está diciendo, la movilización ciega, el efecto del "bandwagon" (subirse al carro) como defecto estructural de muchas formas de "razonar", usado estratégicamente para polarizar innecesariamente, el insulto como arma política, ... Todo eso, afirma el autor, son signos de autoritarismo y desprecio a la democracia deliberativa. Quienes emplean estas tácticas de uso de las redes no se dan cuenta de que a) no producen ningún beneficio para la posición a la que se afilian, b) hacen un daño sistémico a la democracia. No reparan en que ese uso estratégico de las emociones es en lo que se basa el negocio de FB y Twitter, que un uso alternativo y deliberativo, el convertir las redes en esfera pública sería, por el contrario un uso resistente y transformador. Que el problema aqueja a todas las posiciones políticas y sociales es algo que defiende este artículo y con lo que estoy de acuerdo. Es parte, quizás, de hábitos de difícil arreglo, como los de gritar en vez de hablar, interrumpir, y, como antes se hacía, escupir en el suelo y tirar las colillas en la acera.

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