Mateo Santamarta Paniagua · elespanol.com 5 septiembre, 2018
Much@s, cuando se quieran dar cuenta, verán que se han quedado petrificados, y que sobre ellos campea un dragón imparable.
El monstruo que todo lo devora. Muchos lo descubrirán demasiado tarde. Los nacionalismos, todos los nacionalismos devoran a víctimas y compañeros...
El monstruo que todo lo devora. Muchos lo descubrirán demasiado tarde. Los nacionalismos, todos los nacionalismos devoran a víctimas y compañeros...
@AlbertoLardies
La política catalana no es terreno
para matices. O estás con la independencia o estás contra la
independencia. Son tiempos de blanco o negro. Y ahora se ha colado el
amarillo, pero como debate donde nuevamente solo cabe posicionarse a
favor o en contra. Todo son extremos. Poco espacio para debates
tranquilos. Y así, no parece casualidad que políticos como Xavi Domènech, Durán Lleida, Santi Vila, Marta Pascal o Joan Coscubiela acaben aplastados. La apisonadora se llama procés.
El abandono de Domènech es solo el último ejemplo de
cómo todos aquellos que no se polarizan en el gran debate sobre la
independencia acaban políticamente triturados. Por hartazgo, por
incomprensión o porque lo quieren los electores, como en el caso de Durán Lleida,
un histórico de la política catalana, siempre muñidor en la sombra de
acuerdos, siempre con talante negociador, siempre representante de ese
catalanismo nacionalista pero no independentista. Durán y sus compañeros de Unió se quedaron en tierra de nadie.
Otro caso paradigmático, dentro del nacionalismo catalán, es el de Santi Vila.
Hace un año, cuando en el Parlament la tensión se disparó por encima de
lo soportable, este hasta entonces conseller del Govern de Carles Puigdemont dio un paso atrás. Pretendía mostrar que era más moderado y que podría coger las riendas del nacionalismo una vez se estrellase con su apuesta separatista. Era el hombre de la tercera vía. Nada más lejos de la realidad. Se quedó sin espacio, pasó a ser un traidor para los indepes y hoy nadie apuesta por él.
Parecido es el caso de Joan Coscubiela,
aunque dentro de la izquierda catalana. Paradójicamente, el veterano
dirigente de Iniciativa per Catalunya cavó su propia tumba política gracias a un discurso muy aplaudido.
Ocurrió el 7 de septiembre. Contra lo que algunos esperaban, denunció
con fiereza que la mayoría independentista atropellase los derechos de
la minoría no separatista. (...)
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OTRA COSA: Si tu pareja grita y golpea objetos, a la pared o pega portazos cuando discutís...
OTRA COSA: Si tu pareja grita y golpea objetos, a la pared o pega portazos cuando discutís...
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