400.000 fascistas en Andalucía y +

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26 dic. 2018 - Antonio Maestre

400.000 fascistas en Andalucía | lamarea.com

“Las decisiones de cada persona en una elección tienen influencia directa sobre la vida propia y ajena”, sostiene el autor.

Hannah Arendt no hacía prisioneros a la hora de referirse a aquellos votantes de ultraderecha que se veían atraídos por los cantos de sirena de los totalitarismos. Los definía como The mob –la chusma o el populacho–, y los unía a la élite en una extraña alianza nacionalista. No los exculpaba, no los justificaba, los estudiaba y culpaba con dureza por sus decisiones. Todas sus conclusiones se encuentran en Los orígenes del totalitarismo y no caía en ese paternalismo que trata como menores de edad a quienes eligen cuál es su opción política.

Existe una corriente exculpatoria en la opinión pública sobre las decisiones libres y soberanas de la ciudadanía que votó a VOX en Andalucía. Un argumento que considera tóxica la ideología de la extrema derecha de VOX pero no a quienes les dan apoyo y les eligen para llevarla a cabo, como si tuvieran alguna tara que les impidiera escoger de manera adecuada a quién otorgar su voto. “No hay 400.000 fascistas en Andalucía”, repiten de manera mecánica quienes intentan comprender el ascenso de la antidemocrática ideología de Santiago Abascal. Como si la gente naciera fascista. Como si un fascista fuera un monstruo con la esvástica grabada en una nalga al nacer como la marca de satán. ¿Había 17.277.180 nazis en marzo de 1933 en Alemania? Había 17.277.180 personas que votaron al partido nazi e hicieron posible que llegara al poder para imponer su ideario genocida. Habría quien no supiera lo que el partido nazi haría, quien no se preocupó en saberlo o no le importó, y también algunos tan criminales como quienes lo ejcutaron. Pero nada de eso les exonera de su responsabilidad individual en aquellos crímenes.

(...)  Cuando decides libremente dar tu voto a un partido que quiere deportar a gente humilde que solo viene a mejorar su vida, importa poco lo que seas, importa lo que haces y lo que tus decisiones implican en la vida de otras personas. 
(...)  Habrá quien lo haya leído y esté de acuerdo, y también quien no sepa ni lo que es un programa electoral y solo haya votado con la entraña y la emoción, con solo tres claves o usando el voto como protesta. Todos son igualmente responsables de sus decisiones y de la influencia que ahora puede tener ese voto sobre la vida concreta y material de a quienes  el programa de VOX señala como enemigos del pueblo.
(...) Naturalmente que no todos los alemanes que votaron a Adolf Hitler se habían leído Mein Kampf para poder desencriptar cuál era el plan criminal del nacionalsocialismo. Pero eso no significa que no supieran que estaban votando a un partido antisemita, a un partido antidemocrático y con grupos paramilitares terroristas. Y si alguno no lo sabía, era responsable de no haberse enterado.

+  Fernando Broncano R ·   27/12/2018

Gonzalo VA comenta este artículo de Antonio Maestre sobre el voto a Vox en Andalucía. Es muy recomendable leerlo por los problemas que plantea y por lo que parece insinuar sobre la relación entre conocimiento y democracia. No sé si el autor conoce la literatura sobre el tema, pero uno de los puntos que ahora plantean algunos filósofos políticos es que la democracia debería defenderse a sí misma frente al voto de los ignorantes que causan problemas irreversibles a toda la comunidad. Es lo que se llama "epistocracia" u orden de la gente que sabe, lo que, se argumenta, es compatible con una restricción del voto a quienes no saben diferenciar entre programas políticos y las consecuencias que tendrían. El argumento de Maestre es que los alemanes que eligieron a Hitler deberían ser considerados corresponsables de sus consecuencias. ¿Deberían ser exculpados, sin embargo, los millones de españoles que apoyaron a Franco por el hecho de no haberlo elegido?
Es sorprendente que a veces la izquierda cae en trampas autoritarias creyendo que defiende la democracia. La democracia es un sistema complicado y con muchos problemas, pero es bastante eficiente en la asignación de responsabilidades y de conocimientos. No se puede tomar a la gente por tonta impunemente. Si muchos andaluces han votado a Vox, también muchos andaluces votaron durante 37 años al PSOE, a pesar de las corruptelas y de la degradación de la democracia. El por qué la gente vota a quienes vota es un enigma de la teoría de la democracia. Pero el voto es solo un signo de cómo son las sociedades. No son los votos sino las prácticas diarias las que indican si una sociedad está girando hacia el autoritarismo o hacia la democracia. Me sé de muchos partidos y organizaciones que estarían del lado de la democracia en teoría y son autoritarios en la práctica. Y de muchas instituciones. Y de muchas empresas. Y de muchas familias. La democracia tiene más que ver con la polinización de las abejas, que transmiten los sentimientos antiautoritarios de flor en flor, más que con las grandes proclamas. Mirad lo que hacen antes de hacer caso a lo que dicen.
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OTRA COSA: Vivimos en una sociedad machista en la que hemos interiorizado que la mujer es un objeto de nuestra propiedad, de Rober Txivany Saez