Fernando Broncano R · 26/1/2019
Un magnífico artículo de Ignacio Sanchez-Cuenca
sobre una de las amenazas contemporáneas más serias a la democracia: la
polarización. Es un instrumento poderoso que lo han tomado en sus manos
aprendices de brujo que tal vez, como en la película de Walt Disney
provoque el caos más absoluto. Imprescindible para todos aquellos que,
como el que suscribe, creen en la democracia deliberativa.
Cuando se describe la política de nuestros días, la referencia a su creciente polarización siempre aparece. Hay un
acuerdo generalizado en que la crisis económica iniciada en el 2008
desencadenó en muchos países dinámicas de polarización política que
están lejos de haberse agotado.
El concepto de polarización, aplicado a la política, se
refiere al vaciamiento de posiciones moderadas o centristas en beneficio
de posiciones extremas. Así, por ejemplo, en un asunto como el aborto,
diríamos que la política se polariza cuando las posturas dominantes son
las que corresponden a los extremos, es decir, la prohibición total del
aborto y la libertad absoluta de la mujer. Las opciones intermedias
consistirían en tratar de reconciliar los dos valores en juego (vida y
libertad) mediante algún acuerdo de compromiso (como sucede en las leyes
de plazos o de supuestos).
(…) La polarización de nuestra época, heredera de la crisis del 2008, es sin
embargo muy distinta a la del periodo de entreguerras. Como ha señalado
Fernando Broncano, uno de los analistas más perspicaces del fenómeno
(su blog El laberinto de la identidad es de imprescindible lectura), la
polarización actual es en buena medida artificial, en el sentido de que
no se construye a partir de alternativas al statu quo. Por debajo del
enfrentamiento entre posiciones opuestas no hay modelos propios de
organización social y política: ni la extrema derecha ni la extrema
izquierda rompen con la democracia representativa o la economía
capitalista.
La polarización sin alternativas guarda relación con la “impotencia
democrática” en la que estamos inmersos. Los gobiernos cuentan con un
margen de maniobra cada vez más estrecho. Piénsese en el ámbito
económico. Dentro de la eurozona, se considera en estos momentos
prácticamente “antisistema” que un gobierno se atreva a ampliar el
objetivo de déficit público en un punto porcentual. En España, sin ir
más lejos, el Gobierno entiende como un logro enorme que la Comisión
haya autorizado un aumento de 0,5 puntos porcentuales en el nivel de
déficit que debe alcanzar nuestro país a lo largo del 2019. A eso ha
quedado reducida la discrecionalidad fiscal de los gobiernos. No son
sólo las cuentas públicas: desde hace más de veinte años, las “reformas
estructurales” que se han emprendido en Europa, con independencia del
signo político del gobierno de turno, han ido casi todas en la misma
dirección: recortes en el sistema de pensiones, políticas de fomento de
la competencia y desregulación cada vez mayor de los mercados de
trabajo.
(...) Los enfrentamientos terminan cristalizando en torno a cuestiones
culturales e ideológicas, sin tocar la base del modelo económico. Se
polariza, por tanto, la espuma política, no lo que hay por debajo de la
línea de flotación mediática (...)
+ Manuela Sancho · 29/1/2019 - Palabras de A.Garzón, tomadas de Diario.es
OTRA COSA: Diez razones para leer a Marx
+ Manuela Sancho · 29/1/2019 - Palabras de A.Garzón, tomadas de Diario.es
... "el
proyecto de Más Madrid tal y como está planteado por Carmena y Errejón
es "profundamente antidemocrático" y significa un "enorme peligro" para
la izquierda organizada pues supone ceder a una suerte de "bonapartismo"
donde el líder decide"... Ese fue el modelo que impuso Carmena en el
Ayuntamiento de Madrid tras hacerse con la Alcaldía, lo que "significó
la desconexión de la base social que les votó"...
palabras de A.Garzón, tomadas de Diario.es
...................................................palabras de A.Garzón, tomadas de Diario.es
OTRA COSA: Diez razones para leer a Marx
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