domingo, 21 de julio de 2019

Terroristas fantasma, de Suso de Toro

Paquita Caminante ·   eldiario.es    Suso de Toro    

La prensa en España, igual que la Justicia, el Ejército, las policías y la Administración, no rompió con el franquismo, lo continuó. Y la prensa verdaderamente profesional e independiente sigue siendo tan minoritaria como lo fue la oposición al franquismo


Recuerdo en los periódicos una fotografía de militantes de organizaciones antifranquistas calificados como "terroristas". Las "informaciones", además, aportaban datos sobre explosivos, artefactos y preparación de atentados. Nada era cierto. Aquellas personas habían sido detenidas, torturadas y, sin derechos ni defensa legal alguna, sometidas a parodias de juicios por fiscales y jueces franquistas. Y todo por su militancia en organizaciones que cuestionaban el Estado fundado por los militares, pero la difamación y las mentiras en la prensa eran necesarias para destruir su legítima posición política.
La prensa reproducía la "información" que le pasaba la policía política (toda lo era); es decir, el Gobernador Civil; es decir, el Ministerio; es decir, el Gobierno; es decir, la Jefatura del Estado. Franco y sus generales.
Uno de los rasgos de un sistema político totalitario es que la prensa sea uno de los brazos del Estado y no un instrumento independiente que garantice a la ciudadanía el disfrute de la libertad de expresión y opinión (naturalmente, que los fiscales y jueces no sean franquistas biológica, caracterológica e ideológicamente tendría que ser otro requisito, pero eso ya es harina de otro costal) (...)

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