lunes, 30 de septiembre de 2019

Brasil. La destrucción española del Amazonas de la que nadie habla: importamos en masa su soja

Carolina Gª Mogollon · elconfidencial.com  · Y 31/8/2019

Foto aérea de una zona de la Amazonía "limpiada" por leñadores y granjeros, justo antes de arder. (Reuters)

La escasez de hectáreas de cultivo de soja en la península y las restricciones de la Unión Europea obligan a comprar más de tres millones de toneladas anuales a Brasil

 

(...) Desde hace seis años, Joaquín es uno de los pioneros de este tipo de oleaginosas que triunfan tanto en consumo humano (quién no ha probado la leche de soja) como en consumo animal, además de en todo el boyante mercado de lo orgánico. De las 96 hectáreas que dedica a este cultivo (alternando su plantación con otra de cebada) saca alrededor de 336 toneladas de granos de soja que vende a unos 480 euros cada una. Pero ¿por qué si España está tan necesitada de soja, los empresarios no se animan en masa con ella? El problema está bastante relacionado con la deforestación del Amazonas.Aunque las 336 toneladas de Aniés son un buen número, la cantidad se queda muy atrás si se compara con los 3.300 millones que importa España cada año de todo el planeta y que tiene a Brasil (y en especial a la zona Amazónica) como principal productor. De hecho, somos el segundo importador de la Unión Europea, un dato muy relevante que se explica con la experiencia del agricultor aragonés (...)
En el mapa español hay tan solo 1.600 hectáreas dedicadas al cultivo de la soja —según los datos de las Naciones Unidas— mientras que en Brasil son más de 33 millones. Por si fuera poco, los agricultores españoles que de momento se animan con la soja deciden centrar su producción en la alimentación humana de calidad y producción ecológica, el único mercado de esta legumbre donde tienen capacidad para competir. Mientras tanto, la soja brasileña representa más de la mitad de la importación que España realiza cada año de esta oleaginosa (...)
La razón para esto es bastante contundente tanto para Joaquín como para el resto de agricultores. "En Europa está prohibida la plantación de soja transgénica y eso encarece los costes de nuestros cultivos. Sin embargo, sí que se permite su importación. En Brasil y en EEUU sí pueden cultivar este tipo de soja que es resistente al glifosato es ahí donde radica la diferencia de precio: nuestras toneladas salen por unos 480 euros y las suyas se mueven por los 360" (...)


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