domingo, 15 de diciembre de 2019

Supercopa en Arabia Saudí, dinero en caja sin complejos

Paquita Caminante ·   eldiario.es    Jesús A. Núñez - 15/11/2019 -
Si ya son muy pocos los gobiernos occidentales que se preocupan realmente por la suerte de esa población y lo que sus gobernantes hacen con ella y con la de los países vecinos, menos aún es la RFEF la que ha dado la más mínima muestra hasta ahora de priorizar ese tipo de cuestiones


Hay ocasiones en las que el poder del dinero es tan visible que, como ha ocurrido al darse a conocer que la Supercopa de España de fútbol se va a celebrar en Arabia Saudí, casi sobra cualquier explicación. Pero dado que los dirigentes de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) se han empeñado en añadir el insulto a la desvergüenza, parece necesario salir al paso de los forzados argumentos que han utilizado para "vender" a la opinión pública su decisión de celebrar dicha competición en suelo saudí durante los próximos tres años.
Así, en su afán por responder a las críticas que inmediatamente han surgido por tratar con uno de los regímenes más desacreditados del planeta, han considerado que se trata de "opiniones creadas". Como si no fuesen hechos sobradamente contrastados que en Riad se localiza el más rigorista ejemplo del islam suní (el wahabismo), que, por un lado, niega derechos no solo a las mujeres sino al conjunto de unos súbditos educados obligatoriamente en la sumisión total al gobernante (por muy arbitraria que pueda ser su conducta) y, por otro, está en la base misma del salafismo y el yihadismo que tantos dolores de cabeza sigue produciendo de la mano de Al Qaeda, Dáesh y tantos otros grupos terroristas. Como si no fuera cierto que Arabia Saudí es uno de los más preocupantes ejemplos de violación sistemática de los derechos humanos y uno de los principales ejecutores de penas de muerte. Como si no existiesen casos tan macabros como el del periodista Jamal Khashoggi o tan brutales como el recurso a la fuerza generalizado en el conflicto de Yemen, donde la crisis humanitaria se añade a la barbarie de una campaña militar para la que no se adivina final. O como si, en definitiva, no destacara la satrapía saudí, primera importadora de armas a nivel mundial, entre los regímenes menos interesados en promover los valores democráticos (...)

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