jueves, 30 de julio de 2020

La ola de rebrotes dispara la cifra de hospitalizados a su peor nivel desde mayo entre dudas sobre el sistema de rastreo y+

Fernando Broncano R e Ignacio Escolar han compartido un enlace.  eldiario.es  22/7/20
La cuestión de salud o economía ha mutado en los entornos inmediatos en el dilema salud (de otros) o vida cotidiana (mía), incluyendo cosas como la diversión nocturna o simplemente el estar juntos. No es fácil responder a este dilema y no es fácil que adolescentes y gente joven lo elabore, como tampoco es fácil que la gente mayor y población de riesgo reflexione y responda con algo más que ira cuando ve a alguien sin mascarilla. Si no pensamos bien en la profundidad de este dilema no tendremos buenas razones para imponer sacrificios a toda la sociedad. De un lado está la necesidad de que la vida continúe con todas sus formas de expresión, incluidas aquellas en las que se reproduce como la economía y las relaciones sociales y afectivas. Del otro lado está algo invisible que mata y daña discriminando a capas de la población. El problema no está solo en que el virus sea peligroso, algo que comparte con muchos otros como el dengue, el ébola sino que, como ocurrió con el VIH, el vector de contagio es la conducta de otro ser humano: "lo que tú haces -podemos decir- puede matarme a mí", a lo que el joven podría responder "tú vives porque yo puedo trabajar y mantenerte (o porque lo podré hacer en unos años". Necesitamos hacer explícito con toda su crudeza este dilema y elaborar una respuesta colectiva que, como todo, solo puede terminar en una negociación también colectiva. "Si tú me matas --se puede argumentar de una parte-- la sociedad que construirás estará basada en la indiferencia y la muerte"; "si prevalecen solo tus intereses y egoísmo --se puede afirmar desde la otra-- estarás explotando a las generaciones más jóvenes como si el mundo fuese una gerontocracia". Sabiendo que este dilema es trágico, el esfuerzo de todos debe ir, como tantas veces se está aconsejando, a controlar los comienzos, a la atención primaria y a centrar el esfuerzo en que la vida siga para todos estableciendo los controles de forma progresiva.
Saber negociar bien este dilema será un ejercicio para muchos otros dilemas trágicos sobre los que se sostiene la sociedad.


+   Derecho a Morir Dignamente - España · elcomercio.es   23/7/20

Fernanda del Castillo, presidenta de Derecho a Morir Dignamente - Asturias reivindicó ayer en la Comisión sobre la gestión del #COVID19 "un cambio de modelo que produzca menos daños a los pacientes en situación de final de vida, más claridad y entendimiento acerca del testamento vital para facilitar los trámites, en lo que ha de implicarse la Administración, y derecho a cuidados paliativos y a acompañamiento para evitar situaciones de soledad extrema".

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