domingo, 5 de julio de 2020

Neuropolítica y populismo fascista, de Armando B. Ginés


Mikel Tar Orrantia Diez  iniciativadebate.net   Armando B. Ginés  -
    
Neuropolítica y populismo fascista. Condicionamiento neurológico del comportamiento del consumidor y del votante ¿Qué quedará de la democracia bajo el condicionamiento neurótico?

Vivimos desde hace décadas en la postmodernidad. Vaya usted a saber el significado profundo de tal concepto. Más o menos sabemos que a través del prefijo post- se pretende configurar un espacio histórico donde el capitalismo ha ganado todas las batallas y ya no tiene ninguna alternativa ideológica que dispute su hegemonía indiscutible. Se viene hablando de posmodernidad desde la caída del Muro de Berlín y la implosión del modelo soviético a finales de la década de los 80 del pasado siglo. A principios del siglo XXI se empieza a hablar de neuromarketing, una nueva ciencia que aplica los conocimientos neurológicos para medir las actividades químicas, eléctricas, psicológicas y biológicas que se producen en el sistema nervioso y el cerebro de personas sanas ante estímulos de muy diferente signo: ambientales, culturales, sociales, psíquicos y de marketing. El neuromarketing quiere saber por qué compramos lo que compramos y de qué modo pueden modificarse o alterarse las conductas de cualquier consumidor mediante técnicas de propaganda o publicidad implementadas a tal efecto.
El impulso de la nueva disciplina vino de la mano de los estudios del neurólogo Antonio Damasio el cual estableció un nuevo paradigma de consumo: primero nos emocionamos ante un estímulo externo (que almacenamos en la memoria para futuros eventos similares), esa motivación casi instintiva o irracional nos lleva a actuar (comprar, hacer, ¿votar?) y tras ese proceso, pensamos en la secuencia y sus resultados para evaluar lo que hemos llevado a cabo casi de forma automática o inconsciente. De alguna manera, Damasio enmendaba la teoría de la famosa pirámide de Abraham Maslow que preconizaba la satisfacción de diferentes necesidades humanas desde una base de actos de supervivencia a una cúspide de eventos de carácter moral o ético. Entre medias, otros tres escalones que iban satisfaciéndose paulatinamente, esto es, lo primero era comer y a partir de ahí las necesidades se iban convirtiendo en demandas más cualitativas y racionales. El esquema de Maslow se iniciaba con la detección de la necesidad concreta, pasando después a la búsqueda de la solución correcta y concluyendo en el aprendizaje y la memorización de la secuencia descrita. (…)

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