George Gonzalo · laultimahora.es Alba González Pérez. - 9 de julio de 2020
-. Y así van colocando ultraderechistas .-
Asociaciones como La Voz del Opositor denuncian irregularidades en la aplicación de los criterios de la entrevista personal
Dentro de las pruebas que se realizan para el acceso al Cuerpo
Nacional de Policía (CNP), existe una entrevista personal que, hasta
hace poco, tan solo servía para contrastar los resultados de pruebas de aptitud psicológica, sin peso específico.
Éstos eran el cuestionario de información biográfica (CIB) y el test de personalidad (TP). Ambas formaban parte de un compendio de pruebas computadas como una única, donde la entrevista personal no definía, según el marco normativo, el criterio de aprobación.
Las medidas consistían en un supuesto ejercicio de transparencia, donde permitían grabar la sesión. Sin embargo, se ha traducido en una modificación estructural de las bases de la convocatoria.
“Concretamente en los apartados referentes al CIB y TP, que por primera vez se desligan de la entrevista, otorgándoles un carácter accesorio, y encumbrando a la entrevista personal como una prueba autónoma, única y determinante de la continuación en el proceso selectivo; lo cual constituye una aberración que imposibilita el fin perseguido por las bases”, afirma el documento remitido por la asociación La Voz del Opositor.
Dentro de esta modificación de bases, existen también indicios de tergiversación en la transcripción en las propias entrevistas, llegando incluso a exponer supuestos prácticos no mencionados en la prueba.
El proceso está plagado de irregularidades y deformaciones. “Las estadísticas revelan que hay perfiles que no son bien aceptados por la DFP [División de Formación y Perfeccionamiento]. Así, tener una edad avanzada, la sobrecualificación académica o ser militar de carrera son factores que ‘no gustan’. Aspectos que, por cierto, tampoco vienen recogidos en las bases”, sentencia el mismo documento (...)
Éstos eran el cuestionario de información biográfica (CIB) y el test de personalidad (TP). Ambas formaban parte de un compendio de pruebas computadas como una única, donde la entrevista personal no definía, según el marco normativo, el criterio de aprobación.
Centenares de opositores ya manifestaban su descontento con el peso específico que tenía en realidad la entrevista personal, por lo que este año –a través de Jupol, sindicato de la policía–, se tomaron nuevas medidas.
Las medidas consistían en un supuesto ejercicio de transparencia, donde permitían grabar la sesión. Sin embargo, se ha traducido en una modificación estructural de las bases de la convocatoria.
“Concretamente en los apartados referentes al CIB y TP, que por primera vez se desligan de la entrevista, otorgándoles un carácter accesorio, y encumbrando a la entrevista personal como una prueba autónoma, única y determinante de la continuación en el proceso selectivo; lo cual constituye una aberración que imposibilita el fin perseguido por las bases”, afirma el documento remitido por la asociación La Voz del Opositor.
Dentro de esta modificación de bases, existen también indicios de tergiversación en la transcripción en las propias entrevistas, llegando incluso a exponer supuestos prácticos no mencionados en la prueba.
El proceso está plagado de irregularidades y deformaciones. “Las estadísticas revelan que hay perfiles que no son bien aceptados por la DFP [División de Formación y Perfeccionamiento]. Así, tener una edad avanzada, la sobrecualificación académica o ser militar de carrera son factores que ‘no gustan’. Aspectos que, por cierto, tampoco vienen recogidos en las bases”, sentencia el mismo documento (...)
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