jueves, 3 de septiembre de 2020

“El capitalismo utiliza tanto la zanahoria de la democracia como el palo del fascismo”

Rosa Maria Valls Kotchoumian en EN LUCHA CONTRA EL NEOLIBERALISMO✊(ExS)  eulixe.com    31/08/20
 
Entrevista con el Dr. Jacques Pauwels, especialista en la historia social de la Alemania nazi y el escritor de, entre otros: Women, Nazis, and Universities: Women University Students in Nazi Germany, 1933-1945 y El mito de la guerra buena.


Mohsen Abdelmoumen: En su libro Big Business avec Hitler menciona la colaboración de la élite económica industrial y financiara con Hitler. ¿Fue Hitler un producto puro del sistema capitalista, un instrumento?

Dr. Jacques Pauwels: El llamado “nacional-socialismo” de Hitler (que en realidad no era en absoluto una forma de socialismo) era la variante alemana del fascismo y el fascismo era una manifestación del capitalismo, la manera brutal y cruel en la que se manifestó el capitalismo durante el periodo de entreguerras en respuesta a la amenaza del cambio revolucionario encarnado por el comunismo y a la crisis económica de la Gran Depresión. En efecto, se puede calificar a Hitler de “instrumento” del capitalismo en la medida en personificó la variante alemana del fascismo. Sin embargo, como menciono en mi libro, el término “instrumento” es demasiado simplista en realidad. Sería más exacto definir a Hitler como una especie de “agente”, un ser humano complejo con un espíritu propio, que actúa en nombre del capitalismo alemán, aunque no siempre de acuerdo con los deseos de los capitalistas, en vez de calificarlo de simple “instrumento” o “herramienta” del capitalismo alemán. Eso explica por qué los capitalistas alemanes no siempre estuvieron completamente satisfechos de los servicios de Hitler. Pero la ventaja de este acuerdo era que tras el desmoronamiento de la Alemania nazi pudieron culpar al “agente” de todos los crímenes que él había cometido en su nombre.
MA: ¿El capitalismo tiene una necesidad vital del nazismo y del fascismo?
JP: El capitalismo es un sistema socio-económico muy flexible que es capaz de funcionar en diferentes contextos políticos. Sin duda es un mito que el capitalismo, llamado por eufemismo “mercados libres”, es una especie de hermano siamés de la democracia, es decir, que el entorno político preferido del capitalismo es la democracia. La historia nos demuestra que el capitalismo prosperó en unos sistemas muy autoritarios y apoyó a estos sistemas con entusiasmo. En Alemania el capitalismo se comportó extremadamente bien cuando Bismarck dirigió el Reich con mano de hierro. Alemania bajo Hitler siguió siendo capitalista al 100 % y el capitalismo prosperó con Hitler, antes y durante la guerra, como he demostrado en mi libro.
El capitalismo también es capaz de asociarse a la democracia, y está deseoso de hacerlo, en particular si parecen necesarias unas reformas democráticas para disipar la amenaza de un cambio revolucionario, por ejemplo, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se introdujeron en Europa reformas políticas y sociales democráticas (el Estado de Bienestar) para hacer fracasar las reivindicaciones mucho más radicales, incluso revolucionarias, formuladas por los movimientos de resistencia en países como Italia o Francia. Se podría decir que para conseguir su objetivo de lograr el máximo beneficio el capitalismo está dispuesto a utilizar tanto la «zanahoria» de la democracia como el «palo» del fascismo y otras formas de autoritarismo, como las dictaduras militares (...)


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