A propósito de los sucesos, donde los partidarios del presidente Donald Trump se dirigieron contra el Capitolio estadounidense, irrumpieron y tomaron algunos recintos del mismo, en el que se desarrollaba la ceremonia de certificación de la victoria del candidato Joe Biden; se suscitaron enfrentamientos entre civiles y la policía del exterior del edificio de gobierno, donde resultó muerta una mujer de un disparo, finalmente fue cerrado el Capitolio, todo a raíz del discurso de Trump afirmando que “nunca” concederá la derrota ante Biden.
Las turbas utilizaron la violencia para subvertir el proceso usual y legal mediante el cual se elige a los presidentes.
El diario Washington Post, habla de un golpe de Estado en el Capitolio, el cual fue incitado por un Presidente sin ley que intenta desesperadamente aferrarse al poder y alentado por sus cínicos facilitadores republicanos en el Congreso.
Realmente es una situación inédita, en un país donde se precian de ser el “modelo de democracia” en el mundo. El tema de la democracia en USA, es amplio, muy comentado por especialistas, políticos y muy extenso para tratar en un artículo, por lo que nos limitaremos a trazar unas líneas-notas en torno al mismo.
Lo básico del término es, Democracia = demos + cracia, el gobierno de (o por) el pueblo; y en relación a EEUU, gracias a una intensa y sostenida campaña propagandística, colmada de alabanzas y rastreras adulaciones, aparece como la tierra de la libertad y la democracia. Es más, como un país al cual Dios le habría encomendado la misión de recorrer el mundo sembrando libertad, justicia, derechos humanos y democracia por doquier. Sin duda es una visión mesiánica.
No obstante, lo cierto es que, además, la academia, la intelectualidad y los políticos, son insuficientes para ocultar un hecho decisivo: en la propia Constitución de Estados Unidos, con sus correspondientes enmiendas, la palabra “democracia” no aparece ni una sola vez (...)
+ LAMAREA.COM Patricia Simón 17 enero 2021
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