Navidades de 1980/81 (soy el pequeño de la derecha).
Mis 5 hermanos y mis padres.
Os presento a mi hermano y padrino, Rodolfo. Está lleno de ilusión: Ha terminado Maestro Industrial de Electricidad, tiene varias ofertas de trabajo y piensa casarse con su novia. Pero antes tiene que hacer algo obligatorio: LA MILI.
Llegó la Nochebuena de 1980 y a mi hermano le dieron permiso. Llegó asustadísimo, más bien aterrorizado. Recuerdo a mis padres y abuelo pidiéndole que por favor les contara lo que pasaba. Él decía que no podía contar nada.
2 de Enero 1981: Mi madre llama al cuartel y puede hablar con mi hermano que sigue nervioso y le pide de nuevo que le ayuden. La hermana del General hace gestiones.
5 de Enero: Recuerdo coger el teléfono a las 7 de la mañana: “¿Es la casa de Rodolfo Moreno? (No se dieron cuenta de que era la voz de un niño) -Sí es aquí. -Llamamos para comunicarles que ha tenido un accidente”. Mi madre me arrebata el teléfono.
No les querían dejar ver a su hijo. Mi madre suplicó sin parar hasta que se apiadaron de ella. Estaba en una camilla con el uniforme puesto. Mi madre solo pensaba en abrazar y poder darle la vuelta a su hijo muerto. No se lo permitieron.
Sino que precipitó su asesinato. Mi hermano mayor escribió cartas al Presidente e incluso al periodista Miguel Ángel Aguilar. Le contestaron que todo era muy delicado y mejor que no removiera. (El arma con la que mataron a mi hermano)
Y esta es la manera en la que el niño de 8 años que yo era se enteró de que no existían los Reyes Magos, pero sí la MUERTE de las personas a las que amas. ¡FELIZ DÍA DE REYES, HERMANITO!
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