viernes, 26 de febrero de 2021

El poder mediático y su papel determinante en la democracia + La jauría de bienmandados se rasga las vestiduras

Es bueno que según qué cosas queden reflejadas para siempre en el diario de sesiones del Congreso de los Diputados. Y si esas cosas tienen que ver con la esmirriada salud democrática del panorama mediático en nuestro país, resulta además higiénico que se denuncie en sede parlamentaria. Lo insólito es que tratar este tema desde la tribuna de oradores, como el miércoles hizo Pablo Iglesias, sea algo excepcional, por no decir inédito.
Cuando el PSOE lo defenestró, allá por 2016, Pedro Sánchez se lo dijo a Jordi Évole bien clarito: El Grupo Prisa lo amenazó para que no pactara con Podemos. En uno de sus furibundos editoriales contra él, El País llegó a llamarlo “insensato sin escrúpulos”, como el otro día tachó de “desleal” a Iglesias por advertir en público del déficit de normalidad democrática que sufrimos en España. Hablo de El País porque para algunos aún conserva cierta fama de ser el menos descerebrado de los medios madrileños escritos, hablados y televisados que a diario bombardean para encanallar el ambiente. La diana, desde hace siete años, suele ser mayoritariamente Podemos, pero también lo es el PSOE, y el Gobierno de Coalición, y Bildu, Esquerra y demás partidos independentistas y nacionalistas vascos y catalanes (…)

Algo hay que hacer para que esto cambie; para que, por lo menos vuelva a estar como estaba hace cuarenta años, cuando empresarios como Antonio Asensio Juan Tomás de Salas presidían empresas donde quienes trabajábamos no recibíamos presiones para hacer nuestro trabajo. Luego todo se fue torciendo. Zeta y el Grupo 16 dejaron de ser lo que fueron hasta diluirse, sus dueños murieron y Prisa, cuando Polanco falleció, fue pasando a manos cataríes, mejicanas, gestoras de fondos de inversión, bancos y Telefónica. La flor y nata, vamos. El duopolio audiovisual Mediaset Atresmedia vive solo para hacer genuflexiones diarias a los tejemanejes de sus propietarios y las televisiones públicas son una bazofia en manos de trepas serviles entregados de pies y manos a las instrucciones de los mandatarios de turno (...)

+    Sant Córd Manu Isi    Colectivo (ExS)  FACTINFOR.BLOGSPOT.COM

Iglesias no descubrió nada nuevo, no aportó ninguna información que no supiéramos, no ofreció ningún dato novedoso, no argumentó algo que no se haya dicho y escrito muchas veces.
El poder mediático y su papel determinante en la democracia.

El poder mediático y su papel determinante en la democracia.

El pasado 17 de febrero el vicepresidente Pablo Iglesias intervino en el Congreso durante poco más de doce minutos para hablar del poder mediático y su papel determinante en la democracia 
(...) tuvo el valor de, desde el cargo más alto de un país hasta ahora, en el lugar más legítimo y valioso de la democracia (el Parlamento), decir lo que nadie había dicho.
Ya comenzó advirtiéndolo en su discurso: “No es habitual que se debata en el Congreso cual es el papel de los medios de comunicación en las sociedades democráticas, es un tema tabú, síntoma de una carencia de nuestra democracia”, vino a señalar. Claro que no es habitual, los políticos se dedican a criticar a los otros políticos, a defender posiciones y propuestas a favor de los sectores sociales con los que se identifican, pero nunca a denunciar a los actores que tienen el poder para decidir qué mensaje y qué imagen de ti va a llegar a los ciudadanos.
(...)El sistema mediático lleva años abusando de mitos que es necesario desmontar:
1. Los medios tienen como misión ejercer la libertad de expresión. No es verdad. La libertad de expresión no debe ser patrimonio de los medios, ni siquiera de los periodistas, es de los ciudadanos. Si los medios seleccionan qué personas se expresan en ellos y quiénes no, de qué temas se ocupan y de cuáles no; lo que están ejerciendo es el derecho a la censura. Es decir, a señalar lo que sale a la luz y lo que se silencia (...)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario