LAULTIMAHORA.ES 31 de enero de 2021
Virginia P. Alonso dijo adiós a la Asociación de la Prensa de Madrid en la primavera de 2019 y explicó en un artículo las causas de su decisión.
En la primavera de 2019, la directora del diario ‘Público’, Virginia P. Alonso, solicitaba su baja de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) tras 18 años como socia y publicaba en el diario las causas de su decisión, para “abrir un debate” sobre el papel de la APM. “Durante años he esperado un cambio o al menos una señal de que algo podía cambiar, pero he acabado por entender que esto no ocurrirá porque dudo de que haya siquiera un interés en que algo cambie”, decía sobre la asociación, que entonces cobraba a sus asociados una cuota de “62 euros trimestrales”, es decir un total de 248 euros al año.
El “detonante” de su decisión fue que la APM otorgara “el premio al mejor periodista del año” a “una persona que ha publicado una información cuando menos cuestionable, proveniente de fuentes integradas en la estructura que montaron los mandos de Interior del anterior Gobierno del PP –la llamada policía política/patriótica– para perseguir a rivales del dicho partido, tal y como concluyó la propia comisión de investigación del Congreso de los Diputados, cerrada en julio de 2017”.
Pero, más allá de eso, Alonso echaba en falta en la APM “valentía, audacia e independencia para abordar los problemas de esta profesión, que son muchos”; en definitiva, una asociación “que pusiera sobre la mesa asuntos de tan graves consecuencias para periodistas y para el prestigio de la profesión, pero sobre todo para los lectores, como por ejemplo los intereses económicos y políticos que acaban marcando la agenda de la mayoría de medios de comunicación de este país, algunos de estos sustanciados en acuerdos económicos anuales”. “Estoy convencida de que esta circunstancia no se les escapa a los miembros de la junta directiva de la APM, y sin embargo no se aborda de ninguna manera”, añadía.
(...) En relación con estos temas, Alonso recomendaba a los lectores la lectura de ‘El director’, el libro del exdirector del diario ‘El Mundo’ David Jiménez, que “relata minuciosa e ingeniosamente este entramado de intereses político-económico-mediáticos”. “Este libro, por cierto, es ya la revelación editorial de esta temporada y, sin embargo, en la APM no he conseguido encontrar ni una nota acerca de él ni una entrevista a su autor. Sorprendente”, añadía (...) Portadas que son un insulto para la inteligencia colectiva de la ciudadanía, contenedoras en ocasiones de mentiras o de inexactitudes, pasan al catálogo/hemeroteca de las vergüenzas periodísticas de este país sin que nadie de su organización haga el más mínimo comentario al respecto.
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En la primavera de 2019, la directora del diario ‘Público’, Virginia P. Alonso, solicitaba su baja de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) tras 18 años como socia y publicaba en el diario las causas de su decisión, para “abrir un debate” sobre el papel de la APM. “Durante años he esperado un cambio o al menos una señal de que algo podía cambiar, pero he acabado por entender que esto no ocurrirá porque dudo de que haya siquiera un interés en que algo cambie”, decía sobre la asociación, que entonces cobraba a sus asociados una cuota de “62 euros trimestrales”, es decir un total de 248 euros al año.
El “detonante” de su decisión fue que la APM otorgara “el premio al mejor periodista del año” a “una persona que ha publicado una información cuando menos cuestionable, proveniente de fuentes integradas en la estructura que montaron los mandos de Interior del anterior Gobierno del PP –la llamada policía política/patriótica– para perseguir a rivales del dicho partido, tal y como concluyó la propia comisión de investigación del Congreso de los Diputados, cerrada en julio de 2017”.
Pero, más allá de eso, Alonso echaba en falta en la APM “valentía, audacia e independencia para abordar los problemas de esta profesión, que son muchos”; en definitiva, una asociación “que pusiera sobre la mesa asuntos de tan graves consecuencias para periodistas y para el prestigio de la profesión, pero sobre todo para los lectores, como por ejemplo los intereses económicos y políticos que acaban marcando la agenda de la mayoría de medios de comunicación de este país, algunos de estos sustanciados en acuerdos económicos anuales”. “Estoy convencida de que esta circunstancia no se les escapa a los miembros de la junta directiva de la APM, y sin embargo no se aborda de ninguna manera”, añadía.
(...) En relación con estos temas, Alonso recomendaba a los lectores la lectura de ‘El director’, el libro del exdirector del diario ‘El Mundo’ David Jiménez, que “relata minuciosa e ingeniosamente este entramado de intereses político-económico-mediáticos”. “Este libro, por cierto, es ya la revelación editorial de esta temporada y, sin embargo, en la APM no he conseguido encontrar ni una nota acerca de él ni una entrevista a su autor. Sorprendente”, añadía (...) Portadas que son un insulto para la inteligencia colectiva de la ciudadanía, contenedoras en ocasiones de mentiras o de inexactitudes, pasan al catálogo/hemeroteca de las vergüenzas periodísticas de este país sin que nadie de su organización haga el más mínimo comentario al respecto.
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