miércoles, 17 de marzo de 2021

El filólogo que fue confundido con un espía y condenado por el franquismo

 

PUBLICO.ES     

22/01/2021    ENRIQUE MARIÑO 

Aníbal Otero fue detenido por la policía portuguesa cuando apuntaba en su cuaderno transcripciones fonéticas del habla popular. Elaboraba el 'Atlas Lingüístico de la Península Ibérica', pero lo acusaron de enviar mensajes en clave al Gobierno del Frente Popular. En la Galicia sublevada le esperaba la pena de muerte, aunque fue condenado a reclusión perpetua.

El filólogo que fue confundido con un espía y condenado por el franquismo

Aníbal Otero tomaba notas en sus cuadernos cuando fue detenido el 5 de agosto de 1936 en Valença do Minho. La policía portuguesa sospechaba desde días atrás de un hombre callado que se desplazaba por los pueblos en un coche oficial de la República, hablando en voz baja con los campesinos y apuntando símbolos ininteligibles. Para los uniformados salazaristas no cabía duda de que se trataba de un espía rojo.

En realidad, él era un filólogo de veinticinco años que estaba haciendo trabajo de campo para elaborar el Atlas Lingüístico de la Península Ibérica (ALPI) y los supuestos códigos secretos manuscritos en sus libretas, transcripciones fonéticas de las palabras usadas en el norte de Portugal. Sin embargo, Otero no logra convencer a los portugueses de que no se trataban de mensajes en clave dirigidos al Gobierno del Frente Popular.

"La policía no sabía qué era la linguística y mucho menos aquel lenguaje críptico, pero como la dictadura de Salazar estaba conchabada con los golpistas españoles lo entregó a las autoridades franquistas en Tui", explica a Público el filólogo Xesús Alonso Montero, autor de Aníbal Otero. Lingüística e política en España na Guerra Civil e no franquismo (Xerais), una exhaustiva investigación que ahonda en su figura y pone en valor su legado.

Galicia es zona nacional y los sublevados lo encarcelan a la espera del consejo de guerra, que se celebrará el 5 de marzo de 1937. Su madre, para probar que su hijo no era un agente republicano, aporta las cartas enviadas por Tomás Navarro Tomás, director del ALPI, un ambicioso proyecto concebido por Ramón Menéndez Pidal, a cargo del Centro de Estudios Históricos.

El contenido de las misivas, escritas entre agosto de 1933 y junio de 1936, no es político, sino de índole filológica, lo que demuestra que Otero ha estado llevando a cabo un encargo científico: cartografiar lingüísticamente en solitario los pueblos de Galicia y, con la ayuda de un compañero, el norte de Portugal, donde sería arrestado tras el chivatazo de unos españoles alojados en un hotel de Valença do Minho.

"Hizo comentarios que no gustaron a la gente de derechas que compartía el mismo establecimiento (...) 

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OTRA COSA:    Josefina Manresa, por Gloria Villanueva 


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