El PSOE y Gabilondo saben que si existe alguna posibilidad de neutralizar a Isabel Díaz Ayuso es merced a la aparición de Iglesias en el escenario, y que tal decisión ha dejado desconcertada a la derecha y a la ultraderecha, a esta última porque si ya se temía que muchos de sus hooligans acabaran votando a Ayuso, ahora empiezan a considerarlo casi inevitable. Gabilondo y el PSOE saben que esto puede desembocar en que Vox no llegue ni al cinco por ciento, Ayuso se quede a un paso de la mayoría absoluta y haga falta la suma de todos los demás escaños para impedir la continuidad de la actual presidenta .
Así las cosas, ¿por qué el candidato socialista ataca con más saña a Unidas Podemos que a sus rivales de la derecha y la ultraderecha? ¿quién le engaña haciéndole pensar que ese postureo, porque más vale que sea postureo, puede ayudarle a reunir más votos de los que obtuvo en 2019? Nos ha tenido desesperados toda la legislatura, sin plantar apenas cara a los desvaríos y frikadas de Ayuso, y ahora solo se le ocurre buscar adeptos a su derecha respaldando hasta las medidas fiscales del PP. El PSOE sabe que con la escasa trempera que demuestra Gabilondo solo puede aspirar al suelo de votos que le aseguran los incondicionales siempre que la modorra no lleve a estos, incluso a los más adeptos, a quedarse en casa dando la batalla por perdida de antemano.(...)
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