ELSALTODIARIO.COM Pablo Fluiters 9 MAR 2021
El 9 de marzo se cumplen 20 años del decreto que puso fin al servicio militar en el Estado español. Una victoria tras 15 años de lucha insumisa en los que la música sirvió como impulsora y como testigo.
La tradición antimilitarista en la música es anterior al movimiento por la insumisión, pero ambas se deben a la lucha de los primeros objetores políticos en los años 70. Artistas como Víctor Manuel, Adolfo Celdrán o Cecilia ya habían cantado a los soldados que no querían luchar. Para frenar el apoyo social que cosechaba el Movimiento de Objetores de Conciencia, el PSOE creó en 1984 una Ley de Objeción de Conciencia (LOC) parcial y estética que buscaba deslegitimar los argumentos de los activistas ofreciendo soluciones parciales.
Surge en este contexto el movimiento insumiso, cuyo objetivo es impedir la ejecución práctica de esa Ley de Objeción de Conciencia. La música volvió a prestarse como vehículo para concienciar a un público joven, que era al final quien debía tomar los mayores riesgos cuando fuese llamado a filas. Así, los zaragozanos Misión Imposible retrataban la sórdida vida del recluta en su tema “Mili no”. En 1988 muchas bandas de punk rock participan en el disco Rock Anti Mili. Cada vez más grupos se unen al movimiento.
La LOC establecía un tribunal que juzgaría a cada objetor, delimitando el derecho a objetar de forma arbitraria. En 1985, casi 3.000 objetores enviaron cartas idénticas redactadas colectivamente alegando su intención de objetar. Tres años después, la cantidad de objetores se acerca a los 10.000 casos. Enviar cartas colectivas impedía al tribunal juzgar casos individuales. En la práctica, o rechazaban a todos, evidenciando el fraude que suponía la ley del PSOE, o aceptaban a todos, demostrándose su incapacidad. Durante los primeros años, el criterio fue aceptarlas todas, librándose así cientos de jóvenes de tener que tomar las armas (...)
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