LACOLADERATA.CO
Escriben / Paloma Botero y Ana Sofía Serna – Ilustra / Stella Maris
Con el actual paro nacional, sobresale una forma diferente de informar, más cercana a la gente, donde los medios tradicionales pasan a un segundo plano.
Hoy, el caos recorre las calles y consume la atención de los colombianos. La población entera se escandaliza tras la propuesta de una nueva reforma tributaria impuesta por el gobierno del mandatario Iván Duque. Y así fue como, en muestra de la oposición al asunto, comenzó el 28 de abril del 2021 una de las manifestaciones más violentas y duraderas en la historia del país.
Y como en todo hecho histórico, los medios de comunicación juegan un rol primordial a la hora de transmitir e informar el qué, cómo, cuándo, dónde y por qué, de lo que está sucediendo en una forma completa, seria y veraz. En vista de que las diferentes instituciones comunicativas reconocidas por su gran trayectoria e influencia en la vida de los colombianos no han asumido del todo el papel ético y moral del periodismo, llegan formas de contrainformación a acabar con la censura generada por parte de intereses particulares.
En la última década, la era de innovación y transformación digital, las redes sociales y el internet se han vuelto la herramienta clave para potenciar el poder del periodismo. Estas nuevas plataformas son la vía que le permite transmitir su mensaje a varios grupos de colombianos interesados en cambiar la manera de administrar la información, siendo en ocasiones más completo y confiable su contenido que el de los llamados medios tradicionales.
SUS ORÍGENES Y PROPÓSITOS
Los medios alternativos digitales empezaron con la idea de defender y representar al pueblo sin basarse en ninguna ideología o poder político. La mayoría comenzaron con un grupo pequeño de jóvenes que tenían la necesidad de expresarse y denunciar sus inconformidades frente al manejo de la justicia y el orden social del país . Y, después de montar el contenido, van creando una comunidad que se identifica con lo publicado, por eso comparten y aportan al material haciendo que el medio crezca, aumentando su renombre y fortaleciendo su impacto en la sociedad.
“El hecho de que un joven sin muchos seguidores, que no es periodista, ni famoso o reconocido, haga un vídeo denunciando algo de la situación actual y esa publicación se viralice, impacta más que la publicación del medio local. Esa influencia que tiene la gente del común, quienes a través de las redes se expresan, crea una cadena muy fuerte de protesta”, cuenta Camilo Alzate, periodista de La Cola de Rata, el medio independiente que empezó por iniciativa de un profesor en una universidad privada de Pereira.
Además, Alzate añade: “Nuestro objetivo es crear un periodismo a profundidad, bien documentado y bien investigado. Lo que más nos interesa es poder contar relatos que otros no comparten, y cubrir territorios donde no hay presencia de otros medios ”.
Muchas de estas cuentas surgieron a partir de movimientos sociales, con el propósito de hacer que la población notara las problemáticas y divulgar aquellas historias que los medios de comunicación tradicionales no se atrevieron a contar.
“Más que formular juicios buscamos provocar preguntas; más que simplificar las cosas buscamos complejizarlas; más que agradar a un gran público buscamos dar insumos para que los formadores de opinión tengan mejor criterio para comprender lo que sucede en Colombia y para incidir en su futuro”, así se identifica La Silla Vacía, reconocido medio informativo e interactivo del ciberespacio (...)
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