PUBLICO.ES EDUARDO BAYONA 29/5/21
Una liga adscrita a la Internacional de Resistentes a la Guerra, con la médico zaragozana Amparo Poch al frente, difundió con un éxito insuficiente en 1936 los principios antibelicistas que comenzaban a arraigar en amplias capas de la sociedad española.
... Sus integrantes, conocidos como "los refractarios", aunque era más común
utilizar "las refractarias" por la amplia presencia de mujeres en la organización
y su relación con el incipiente movimiento feminista, protagonizaron en los años
30 el poco conocido primer brote del antimilitarismo organizado en España, que
reaparecería en los años 80 con el MOC (Movimiento de Objeción de Conciencia)
y con los insumisos para languidecer a partir de la abolición de la mili y de su prestación sustitutoria con el cambio de siglo.
El pacifismo había comenzado a arraigar en España con la Segunda República,
el artículo sexto de cuya Constitución recogía una esperanzadora "renuncia a la
guerra como instrumento de política nacional" y durante la que, según explica
el historiador Xavier Aguirre en En legítima desobediencia, surgió un movimiento antimilitarista al confluir "los ecos pacifistas que siguieron a la Primera Guerra
Mundial en general y la Internacional de Resistentes a la Guerra como su expresión
organizada en particular" con "la tradición autóctona de oposición al Ejército,
tanto en formas espontáneas de evasión de quintas, como en su vertiente obrera
organizada (oposición a las campañas de Marruecos, huelga general de Barcelona
de 1909, círculos anarquistas, etc.)".
En ese ambiente funda José Brocca en 1932 la Orden del Olivo, la cual, dentro de la IRG y bajo la idea de que "la guerra es un crimen contra la humanidad", contaba dos años después con varios cientos de activistas que lograron que algunas organizaciones sindicales y sociales llegaran a reclamar la abolición del servicio militar obligatorio.
Una organización pacifista nacida en vísperas de una guerra
En la primavera de 1936, y como afiliada a la IRG, nacía la Liga Española de Refractarios a la Guerra, con Amparo Poch como presidenta y, entre otros, José Brocca como vocal. Para entonces, el país respiraba una "atmósfera tormentosa" y prebélica, explica la historiadora Fernanda Romeu en El Viejo Topo (...)
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OTRA COSA: Rebeca West, de MariaToca
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