domingo, 22 de agosto de 2021

Alain de Benoist, el padre de la extrema derecha moderna, de Adrián Juste

    Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.

La extrema derecha agrupa un conjunto de movimientos y corrientes ideológicas que han ido evolucionando con el paso de los siglos, pasando por el fascismo de principios del siglo XX, las dictaduras militares de los años 60 y 70 en América Latina, los movimientos neonazis… y culminando en la nueva derecha radical, cuyo principal ideólogo es el filósofo francés Alain de Benoist.

Teniendo el que sea posiblemente su antecedente más antiguo en los ultrarrealistas o ultramonárquicos que defendieron los privilegios de la nobleza tras la Revolución Francesa, la ultraderecha ha pasado por varios ciclos y etapas, adaptándose al contexto social y político de cada momento y siempre con el firme objetivo de recuperar y preservar los privilegios de diferentes sectores sociales.

El fascismo que surgió en Europa en los años 20 y 30 fue el máximo exponente de las ideas de ultraderecha. Benito Mussolini contribuyó a dar forma a un movimiento político con el que alcanzó el poder en Italia, imponiendo una dictadura de carácter totalitario con elementos que inspiraron a las generaciones venideras, incluyendo al nacionalsocialismo (nazismo) alemán o al nacionalsindicalismo (falangismo) español.

Sin embargo, con la derrota de las potencias de El Eje en la Segunda Guerra Mundial y tras los horrores provocados por el totalitarismo ultraderechista, incluyendo el genocidio de la población judía en Alemania en lo que se ha llamado Holocausto, el fascismo e incluso la extrema derecha en su totalidad sufrieron una pérdida de popularidad evidente.

Así, durante las siguientes décadas, la extrema derecha permaneció en un segundo plano en el panorama político de la mayoría de los países, con la excepción de las dictaduras militares que se desarrollaron en America Latina apoyadas y promovidas por Estados Unidos en el Plan Cóndor, o el caso de España y Portugal, que mantuvieron dictaduras de inspiración fascista hasta los años 70 con Francisco Franco y António Oliveira Salazar.

Por lo demás, el nazismo y el fascismo quedaron relegados a pequeños grupúsculos y partidos políticos que, si bien en algunos casos fueron apoyados y/o utilizados por ciertos poderes fácticos, llegando a gozar de cierta impunidad, su influencia real en la sociedad y en la política siempre fue muy limitada.

No obstante, los años 60 fueron una época de cambios y transformaciones sociales que afectaron profundamente a las ideas políticas, tanto del lado izquierdo como derecho del tablero.

 Mientras en Estados Unidos y en Europa se vivía el auge de movimientos de protesta social como el Movimiento por los derechos civiles de las personas negras, las protestas estudiantiles que desencadenaron en el Mayo del 68 francés o la aparición de movimientos contraculturales, los teóricos de la derecha buscaban nuevas formas de ganar apoyo popular, que luego desencadenarían en el neoconservadurismo y el neoliberalismo de los años 70 y 80.(...)

Paul Gottfried se unió en 2018 al think tank creado por la exdiputada de Agrupación Nacional Marion Maréchal, el Instituto Superior de Economía, Sociología y Política (ISSEP), que ha abierto filiales por toda Europa, incluyendo España en 2020, apadrinada por Vox y personalidades de la extrema derecha como Julio Ariza.

Al respecto, el periodista Antonio Maestre llegó a la conclusión de que el ISSEP busca continuar con la estrategia de las “guerras culturales” marcadas por GRECE.

Por otro lado, Steve Bannon, asociado al medio Breitbar News, asesor de campaña de Donald Trump en 2016 y otra de las cabezas visibles de la alt-right en su vertiente más informal, desenfadada, juvenil y anti-establishment, adoptó una estrategia comunicativa, adaptada a la sociedad moderna y a las nuevas tecnologías, donde buscaba precisamente los objetivos planteados por Alain de Benoist con GRECE, unido a tácticas propagandísticas y populistas de la ultraderecha clásica para catapultar a Trump a la Casa Blanca (...)

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OTRA COSA: Un árbol joven y sano enfría más que 10 aparatos de aire acondicionado.


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