TRAIDORES HISTÓRICOS
La consecuencia de poner en manos privadas ni mas ni menos que la energía de un país, de la que depende todo, no puede ser otra que la tragedia que está ocurriendo en España. Porque una empresa y sus directivos con sus sueldos estratosféricos producto del latrocinio contra el país, solo tiene un objetivo: los beneficios sin límite.
Los políticos que cometieron esa gran traición para hacerse ricos descaradamente, en cualquier país realmente avanzado no se atreverían a salir en los medios dando lecciones de nada como hacen esos dos caraduras que no es preciso nombrar porque todo el mundo sabe quienes son. La gente debería lanzarles todo tipo de verduras cuando van por la calle, aunque pensándolo bien éstas están a unos precios tan altos, que ni siquiera eso merecen. Pero si merecen ser puestos bien colorados en vez de aplaudirles por partidismos estúpidos. Son unos delincuentes y merecen todo el desprecio. Traicionar a todo un país de esa forma no es ni admitible ni perdonable. Merecen crítica, juicio y castigo. Ni un minuto en los medios.
Cuando unas empresas privadas se permiten la indecencia de amenazar al gobierno de su país, deberían tener en cuenta que si ese gobierno es consciente del poder que tiene, se están jugando su propia existencia con semejantes fanfarronadas. Si lo hacen, es porque están tan acostumbradas a ganar siempre el pulso a los gobiernos débiles del país, que ya no se cortan ni un pelo.
Lo que es obvio, es que esas empresas, la banca, la iglesía y las fuerzas de la derecha extrema (derecha normal no existe en España), están aunando fuerzas para derribar al gobierno.
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