viernes, 8 de octubre de 2021

Los 8 males del profesor universitario, de Héctor García Barnés. Introd. de Fernando Broncano

ELCONFIDENCIAL.COM   24/1/2019
La universidad, relata Héctor García Barnés, siempre tan atento y sutil con la vida cotidiana, no es el lugar pastoril e idílico de las películas de campus. Es un lugar de trabajo tan duro como otros, donde los riesgos de agotamiento mental, de depresión, de acoso laboral, de sentido de la inutilidad son peligros muy cercanos. Un lugar tan jerarquizado o más que los ejércitos, aunque lo sea de modo oculto. Un lugar que inexplicablemente sigue sirviendo para educar a una gran parte de la población (sea lo que sea que llamemos educar). No es peor que otros trabajos, cierto, pero no mejor tampoco, especialmente para quienes están en los comienzos (también los finales son duros, puedo decir por experiencia). En cierta medida eso de que el reconocimiento y el prestigio sean la moneda de pago, más que el salario (suficiente o alto en las jerarquías de arriba, miserable en las de abajo) es un regalo envenenado, algo parecido al "amor" que recibe la mujer en casa por el cuidado. Otros espacios del sistema público (en general el educativo, sanitario, seguridad, ...) pueden decir lo mismo. Y encima ni siquiera está el refugio de la conciencia de clase y la solidaridad: es uno de los espacios más darwinianos que conozco. Optimismo de vuelta a clase.
Gracias Héctor por contarlo.


No obstante, y de manera paralela al crecimiento de la población universitaria durante la segunda mitad del siglo XX, el profesor universitario parece estar sometido a más estresantes que nunca. No sólo ha perdido su categoría social, sino que también ha visto cómo su sueldo ha disminuido de manera inversamente proporcional al del estrés que ha de afrontar. Todo ello formando parte de una institución cuyas estructuras apenas han evolucionado en siglos.

“El trabajo del profesor universitario es uno de los más tóxicos”, recuerda con contundencia el psicólogo y profesor de Recursos Humanos de la Universidad de Alcalá Iñaki Piñuel. “Se valora poco porque se cree que el trabajo del sector educativo es de guante blanco, pero contrariamente a ello, el entorno del profesor universitario produce niveles de estrés superior a otros y quiebra la capacidad laboral de muchos profesores a una edad más temprana”.

Hace ya una década que un estudio de la Universidad de Murcia puso de manifiesto que el 83,6% del profesorado sufría de estrés crónico, y aunque su autor, el profesor ya retirado de Psicopatología de la Universidad de Murcia José Buendía reconoce que “los datos son perecederos”, la situación parece haber empeorado tras la implantación del Plan Bolonia. Es una situación que se repite en otros países vecinos, como el Reino Unido, donde recientemente una investigación publicada por el UCU (Universitary and College Union) ponía de manifiesto que las enfermedades mentales habían aumentado sensiblemente entre la población académica (...).

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