PUBLICO.ES SANTIAGO F. REVIEJO 12/9/21
Gran incertidumbre en los organismos internacionales por el futuro de la lucha contra el tráfico de drogas en un país que abastece el 84% del mercado ilegal de opiáceos en el mundo y del que los talibanes obtuvieron, según la ONU, un beneficio de 389 millones de euros en 2020.
La vuelta al poder de los talibanes tras dos décadas de intervención militar extranjera en Afganistán ha causado una gran incertidumbre internacional sobre el futuro de la población bajo un nuevo Emirato Islámico. Y una de las mayores inquietudes gira en torno al tráfico de drogas que ha convertido a ese país de Asia Central, encrucijada de caminos, en el productor de más del 80% del opio ilegal del mundo, en el segundo de hachís y en un pujante fabricante de metanfetamina, o sea, en una de las mayores economías ilícitas del planeta. La ONU, unos meses antes de la retirada de las tropas de EEUU, ya avisó de las graves consecuencias de un negocio que sólo en 2020 reportó unos 389 millones de euros a las arcas talibanas.
Caído el gobierno, fuera ya del país el ejército estadounidense y el resto de tropas extranjeras que durante dos décadas velaron por el supuesto desarrollo de ese Estado, el poder ha quedado de nuevo en manos de los fundamentalistas islámicos que entre 1995 y 2001 impusieron un régimen de terror inquisitorial. Ese territorio, donde también campan en algunas zonas los llamados señores de la guerra y los muyahidines del Estado Islámico, es el lugar de operaciones de una economía ilícita a escala mundial que en 2019 produjo 6.400 toneladas de opio, que es, después de Marruecos, el mayor productor de hachís y que aumenta cada año la fabricación de metanfetamina hasta el punto de haberse convertido ya en el principal mercado de meta de esa parte de Asia, según los últimos informes de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
España es el principal productor mundial de morfina legal destinada a la industria farmacéutica con algo más de 114 toneladas en un año, pero Afganistán lidera el negocio ilícito del opio para la fabricación de heroína y otros opiáceos que se venden en el mercado negro de todo el orbe. La JIFE señala en su informe de 2020, publicado el pasado mes de marzo, que aunque la superficie dedicada al cultivo de adormidera se redujo en 2019 en Afganistán de 263.000 a 163.000 hectáreas, la producción no disminuyó y mantuvo durante quinto año consecutivo un índice por encima del 84% de la producción mundial de esta sustancia que ha surtido, fundamentalmente, los mercados de Europa, Asia Meridional y Central, Oriente Medio y África, y, en menor medida, los de América del Norte y Oceanía (...)
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