Fernando Broncano R 29/10/21
Precios que se pagan por hacer filosofía de la tecnología crítica. Adrián Almazán, un joven doctor en filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid, con una tesis que recorre a los autores clásicos de la crítica a la tecnología y algunos de filosofía política como Castoriadis, fue contratado por la elitista Universidad de Deusto. Ha sido despedido por chocar con la ideas de sostenibilidad que promocionan ahora las grandes empresas y que se convertirá pronto en la base ideológica del capitalismo verde. Este despido va más allá de la anécdota particular de un precario ayudante doctor que choca con la jerarquía. Trata del nuevo papel que están asumiendo las universidades privadas. Deusto ha sido tradicionalmente la gran fuente ideológica del capitalismo del norte. En Madrid están también otras poderosas instituciones educativas en las que la hubris neoliberal se disfraza de "excelencia" académica. No es el primero, no será el último caso. Espero que, como le ocurrió a David Graeber cuando le expulsaron de Yale por crítico, a Andrés Almazán le acoja una institución más liberal en el gran sentido de la palabra donde pueda desarrollar su esperable obra crítica.
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