lunes, 14 de febrero de 2022

La omertá es el sistema vital de nuestra prensa, radio, y televisión, públicas y privadas, de Pelayo Martín

 Pelayo Martín   3/2/22

Cero decibelios es el umbral del silencio para el oído humano... un atronador estruendo si lo comparamos con los -9,6 decibelios que se han llegado a registrar en una cámara de silencio (también llamada anecoica) construida por los Laboratorios Orfield en Minneapolis (EEUU).
La cámara consiste en un gran cubo de paredes dobles de acero, recubiertas por veinte centímetros de cemento armado, y revestido en su interior por paneles de fibra de vidrio acústica de casi un metro de diámetro.
Dicen que nadie soporta más de unos pocos minutos dentro de la cámara... que se sufre un intenso vértigo... una angustiosa ansiedad.
Dicen que el cerebro precisa de algún tipo de sonido para mantener estables sus funciones, que en el caso de no disponer de referencias auditivas fuerza al oído para que las encuentre, y si no es así, se centra y amplifica el más mínimo ruido que emita nuestro cuerpo... el latir del corazón se convertiría en insoportable estrépito... el fluir de la sangre en terrible fragor.
Dicen que en el silencio total podríamos volvernos locos, absolutamente impredecibles...
En España hay muchas cámaras de silencio... demasiadas... tantas que podrían hacernos delirar, perder los estribos, convertir a los pacíficos en violentos... a los cuerdos en locos.


A nuestras cámaras anecoicas las conocemos por otro nombre... son las cámaras de la omertà... lugares siniestros donde el silencio es ley, donde lo honorable es callar, donde lo justo es robar, donde lo honesto es casi un crimen...
España siempre ha sido el reino del silencio por excelencia, del silencio que mata, del silencio que apesta, del silencio mafioso... y cuando en el reino se hace perceptible algún otro sonido que no sea el de sus corruptos mecanismos... el reino suelta a sus perros... y los hace morder... pero en silencio.
La omertá, o ley del silencio, es un "código de honor" de origen siciliano que prohíbe desvelar información sobre los delitos que incumben tanto a uno mismo como a otras personas implicadas. Esta práctica es muy habitual en casos de delitos graves relacionados con la mafia donde uno o varios criminales prefieren permanecer en silencio, y proteger así a sus cómplices por miedo a represalias.
Pero la omertá es hoy mucho más... la omertá es el sistema vital de nuestra prensa, radio, y televisión, públicas y privadas... una tabla de la ley con un solo mandamiento... y hoy en día, y salvo escasísimas excepciones, nada más y mejor mandado que un periodista español.

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