10 de marzo de 1972.
50 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE POR LOS “GRISES” DE AMADOR Y DANIEL, DOS OBREROS COMUNISTAS Y DE LAS COMISIONES OBRERAS DE LA BAZÁN DE EL FERROL
" El día 8 de marzo de 1972, se celebraría en la Bazán de Ferrol una asamblea de trabajadores contra la firma del convenio por parte del Sindicato Vertical y se quedaría para una siguiente asamblea para el día 9, siendo la respuesta por parte de la patronal el despido de seis dirigentes de Comisiones Obreras. El día 9 ante el despido de los dirigentes obreros la plantilla decidría parar la producción y mantenerse concentrada dentro del astillero hasta que fueran retirados los despidos y no hubiera represalias. En torno a las tres de la tarde la empresa amenazaría a los trabajadores con el desalojo policial. Sobre las cinco de la tarde entraría violentamente la Policía Armada en la factoría y desalojaría a los trabajadores con el resultado de más de veinte heridos; tras lo cual los choques entre los trabajadores y la policía se trasladarían a las calles de Ferrol durando toda la noche, y sería cuando se escucharían los primeros disparos de la policía.
El 10 de marzo a la mañana, al acudir los trabajadores con normalidad a su puesto de trabajo se encontrarían con la factoría cerrada, pues la dirección de la empresa, sin aviso previo, había decidido el cierre patronal. Allí mismo, se reunirían los trabajadores, en asamblea, antes las puertas cerradas de la factoría de Bazán; y unos 4.000 trabajadores tomarían la decisión de dirigirse, marchando en manifestación, hacia el polígono de Caranza, barrio nuevo a medio edificar y situado a medio camino del otro astillero Astano en Fene, con la intención de buscar la solidaridad de sus trabajadores y las de otras empresas. Entre tanto ya habían ido llegando a Ferrol diversos grupos de policías antidisturbios procedentes de Valladolid.
Pero, antes de alcanzar Caranza, al llegar, alrededor de unos 3.000 manifestantes, al cruce de As Pías con la carretera de Castilla serían interceptados por la policía armada franquista que les exigiría que se disolvieran. Los trabajadores se negarían, lo que provocaría un duro enfrentamiento, disparando los policías armados al cuerpo de los trabajadores; sin embargo la valentía y la resistencia de éstos últimos forzaría la retirada de la policía. En el lugar quedarían los cuerpos de un trabajador muerto Amador Rey Rodríguez -de 37 años de edad, casado y padre de cuatro hijos, otro agonizando Daniel Niebla García - también de 37 años, casado- (que moriría poco después) y más de 40 heridos, muchos de los cuales no acudirían al hospital por temor a ser detenidos. Ambos, Amador y Daniel, era responsables del comité local de las Comisiones Obreras y militantes del PCE."
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