Eduardo Muriel 14 agosto 2016
Hace 80 años, el 14 de agosto de 1936 por la noche, comenzó la 'matanza de Badajoz'. Francisco Espinosa lleva décadas buceando en archivos y sorteando trabas para investigar la Guerra civil y el franquismo en el suroeste de España.
Espinosa lleva décadas buceando en archivos y sorteando trabas para investigar la II República, la guerra civil y el franquismo en el suroeste de España
Francisco Espinosa (Villafranca de los Barros, 1954) lleva décadas buceando en archivos y sorteando trabas para investigar la II República, la Guerra Civil y el franquismo en el suroeste de España, donde la columna del general Juan Yagüe hizo estragos y sembró de terror los pueblos tras el golpe de Estado. Comprometido contra el olvido, su último libro, Lucha de historias, lucha de memorias. España 2002-2015, se centra precisamente en los avatares del combate por la memoria histórica.
¿Se encuentra con muchas trabas el investigador de la época del golpe de Estado contra la II República y el franquismo?
La investigación de la historia reciente siempre ha sido conflictiva. Siempre. En los 80 en el suroeste peninsular había un tope a la hora de investigar, que era la II República. De ahí no se pasaba. Cuando lo intentabas los funcionarios rápidamente te decían que para qué querías determinados documentos… Había todo tipo de trabas y al final solamente si encontrabas una vía de acceso lateral, accedías a la documentación. Si no, no. Siempre ha sido una carrera de obstáculos. Ibas al Archivo Histórico Nacional y pedías documentación de la Causa General y rara era la vez que no te tocaba un funcionario que te hiciera comentarios negativos. La mayoría eran antiguos guardias civiles. También los archivos militares, que estaban más restringidos.
¿Esto tiene paralelismo con otros países de Europa?
No, no, en otros países todo esto está profesionalizado. Archivos como los ingleses o los franceses se diseñan de cara a favorecer el trabajo al usuario. Aquí no. Aquí cualquier investigador que se ha metido en este tema ha tenido problemas a algún nivel. Todo se reduce a un favor que te hacen.
¿Qué queda por saber de documentos inéditos del franquismo?
Queda lo fundamental. Hay tres fondos documentales que no hemos podido ver todavía y en los que está realmente la clave. Nos podrían dar un retrato fiable de lo que supuso la represión. Se trata de la documentación militar, que en su mayor parte fue destruida pero de la que tienen que quedar cosas, que aún no sabemos dónde están. Por otra parte está la documentación de las delegaciones de orden público, donde tenían un fichero exhaustivo de lo que había pasado con cada persona. Y por último falta la guardia civil, que también tenía una documentación completa sobre lo que estaba ocurriendo. En pueblos la máxima autoridad era el comandante militar de la guardia civil. Podía ser un sargento, un teniente, un cabo… lo que hubiera, según la entidad de la población. Si tuviéramos esa documentación, haría ya tiempo que se habrían desvelado totalmente las consecuencias del golpe. En algunas entrevistas con motivo del 80 aniversario me han pedido la cifra exacta de la gente que mataron en Badajoz. Eso con los registros civiles no se puede saber, la cantidad se queda en nada al lado de la realidad. Y esa documentación me temo que va a ser muy complicado que salga a la luz.
¿De qué depende que lo haga?
Sobre todo de voluntad política (...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario