Tulio Riomesta 29 August, 2020 0
c20lNo hay mayor tonto que un obrero votando a la derecha ✊(ExS)
Las mujeres fueron víctimas de las mismas tipologías de represión
que los hombres, asesinadas, exiliadas, depuradas, vejadas, pero
además sufrieron rapas, purgas, agresiones sexuales y violaciones.
Sufrieron represión por sus implicaciones políticas y por estar emparentadas
con hombres perseguidos. Mientras sus maridos eran asesinados o
encarcelados, quedaron solas, marcadas como rojas. Pero aun así muchas
de ellas mostraron su solidaridad con los presos, o ayudando a Republicanos
perseguidos por los franquistas.
Este fue el caso de Ángela Iglesias Rebollar, “la Protestante”, era de
confesionalidad evangélica, ama de casa, vecina de Lavadores (Vigo)
nacida en la Guardia (Pontevedra) en 1910 o 1911; y su marido José
García Niebla, 34 años, natural de Ferrol (La Coruña), fogonero, trabajaba
en una draga en el puerto de Vigo. El 11 de abril de 1937, los fascistas
asaltaron y saquearon su casa de Toural, Teis, quemando sus bienes
e incautando una máquina de coser. El matrimonio, Ángela y José, fueron
trasladados al monte de La Guía (Vigo). Allí fueron asesinados acusados
de esconder personas que huían de la represión franquista.
Fue terrible, tiroteados por la espalda, aparecieron cosidos a balazos en
un lugar cercano a la ermita de A Guía, situada en una elevación que se
encuentra en la Ría de Vigo, a unos 100 m de altura. Fueron uno más de
los muchos denunciados bajo la acusación de ayudar a esconder a fugados.
El matrimonio tenía dos hijos, y Ángela, que tan solo tenía 26 años, estaba
embarazada del tercero, que sin embargo fue también asesinado al ser
tiroteada a muerte su madre. Los otros 2 hijos José de 4 años y Eliseo de 2,
fueron separados viviendo el primero con la familia materna y el segundo
con la paterna. Dejaron de verse y no se reencontraron hasta 1976.
El nieto de Ángela, y su padre, José, consultaron el archivo militar del Ferrol:
“..Encontramos el legajo de un consejo de guerra a uno de los “fuxidos”
que Ángela tenía refugiado en su casa, encontrando también testimonios
directos de cómo mis abuelos perdieron la vida: Se la quitaron violenta y
salvajemente. En el legajo aparecen las declaraciones de los que participaron
en la redada y como poco después aparecieron los cadáveres de mis abuelos
asesinados por balas por la espalda. Y muchos comentarios sobre el hecho
de que mi abuela era “protestante” y desafecta al régimen. También tengo
testimonios de como guardias civiles y falangistas participaron en aquellos
hechos. No sé donde están los cuerpos de mis abuelos, pero su recuerdo
está vivo en nosotros, especialmente en mi padre, que se quedó huérfano
a los 4 años..” (...)
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