18/6/22
Mi más entusiasta recomendación para este libro de Martin Hägglund, filósofo profesor de literatura comparada y humanidades en Yale. Es un poderoso argumento de por qué las religiones (todas) no pueden apreciar la vida: las que prometen la inmortalidad porque no entienden que es la mortalidad, el riesgo y el que las cosas puedan salir mal lo que nos hace amar la vida y nos hacen libres porque nos llevan a tomar decisiones, las de orientación estoica y buscadoras de karma por incapaces de apreciar lo cotidiano. Amamos a la gente, animales y cosas que sabemos que desaparecerán, y por eso las amamos con intensidad mientras vivimos en su compañía. El paraíso, afirma, es un cuento chino aburrido que solo puede significar la negación de la vida. El libro es una exaltación de la fe secular, la fe y la espiritualidad de los ateos, una fe de la que uno de sus profetas principales fue Marx, y desarrollaron otros filósofos como Kierkegaard. Un canto a la fuerza de la vulnerabilidad y la contingencia y a la superioridad del amor por la vida al amor a la inmortalidad. Un canto al socialismo como espacio de libertad.
La única y pequeña pega es que Capitán Swing se ha pasado de vueltas buscando un título pegadizo (una costumbre del cine y las editoriales españolas). El título original es Esta vida. Fe secular y libertad espiritual. No hay que tomar a los lectores por tontos.
.................
No hay comentarios:
Publicar un comentario