lunes, 2 de enero de 2023

Desmontando la propaganda fascista: mil fotos inéditas para entender la década menos estudiada del franquismo

 Javier H. Rodríguez      6 de diciembre de 2022

 Un ensayo reúne a veinte investigadores para resignificar un archivo de imágenes desconocidas de la Jefatura Provincial del Movimiento en Pontevedra durante los años cincuenta


Desde cruzar la ría de Vigo en helicóptero hasta inaugurar una fuente en un pueblo remoto. Todo debía ser registrado, fotografiado y difundido. Los esfuerzos de la dictadura franquista por mostrarse poderosa y aceptada dentro y fuera del Estado desde el final de la Guerra Civil fueron prioritarios. La propaganda debía ser llevada, incluso, al extremo del tú a tú. Extender una narrativa hegemónica que trasladase la imagen de un consenso social se volvió fundamental. Por un lado, para socavar los esfuerzos de la disidencia interna por luchar contra el régimen y, por otro, para tratar de conseguir el beneplácito de la Organización de las Naciones Unidas tras la caída de las potencias del Eje. Es alrededor de ese marco temporal de la Cuestión española –los años cincuenta– cuando la Jefatura Provincial del Movimiento realizó las casi mil fotografías que la Diputación de Pontevedra ha recuperado y digitalizado. Han escogido las más significativas y han reunido a una veintena de investigadores e investigadoras de diferentes disciplinas para darles contexto en un libro que lleva por título su declaración de intenciones: Desmontando a propaganda franquista.

En la inmensa colección, que ahora es de libre acceso, queda patente el esfuerzo del régimen, de los jefes del Movimiento y de los gobernadores civiles por sacar músculo con la supuesta eficacia del sistema del partido único. Los gerifaltes de la dictadura “recorrían con osadía las villas en compañía de la Iglesia cómplice y los caciques locales con la intención de dejar claro que cada obra, cada fuente y cada piedra eran fruto de la bondad de Franco y no de las tareas exigibles al Estado”, argumenta la periodista y escritora Montse Fajardo en el capítulo que abre la obra. “Creíamos que era importante hacer públicas todas estas imágenes, pero teníamos claro que había que contextualizarlas. Difundirlas sin más podría dar una imagen equivocada de la dictadura”, explica Fajardo en conversación con elDiario.es. Además de dar contexto, explica, subyace la intención de luchar contra la impunidad franquista: “Recibimos constantemente la idea de que aquí hubo víctimas, pero no victimarios. Que no hubo corruptos, que nadie se enriqueció con el régimen y que nadie lo apoyó. Quisimos desmontar el relato que la dictadura impuso y que ha quedado en cierta medida en el imaginario colectivo” (...)


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