Un nexo une la catástrofe migratoria de Italia, la moción de censura de Vox en España y normas de la ultraderecha internacional. El sufragio universal incuestionable debería excluir opciones políticas que no respeten los Derechos Humanos
- Fascismo: penúltimo aviso
La moción de censura de Vox al gobierno de Pedro Sánchez dista de ser una anécdota. Va mucho más allá del patetismo de su cómplice para el sarao a montar con cobertura del Congreso y los medios. A pocos meses de las elecciones sirve para que el PP acuse al PSOE de beneficiarse por el fracaso seguro de la iniciativa, para que el propio Partido Popular vea cómo esquivar el contagio de sus colegas y poco más. Es propaganda y ruido. Un altavoz para su fábrica de bulos. No parece que la ultraderecha haya abandonado sus objetivos tradicionales: pudrir las instituciones por el descrédito y con ellas, la democracia. La segunda moción de censura en tres años en los que el Ejecutivo ha superado con notable pruebas muy duras y con el beneplácito de la UE. Las simpatías ideológicas no justifican el uso de ese instrumento parlamentario, pero eso es en países con democracias menos averiadas que la nuestra.- ................
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